¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos?
A Coruña
El Leyma Coruña tiene tirón. Lo hemos venido comprobando en este inicio de temporada. Pese a los malos resultados cosechados por el momento (tres derrotas y una sola victoria) y al apagón televisivo (esta semana hemos confirmado que el Leyma será, junto al COB y al Iberojet Palma, uno de los tres equipos al que no se le habrá televisado ni un solo encuentro en las nueve primeras jornadas de competición) el aspecto de las gradas del Palacio de los Deportes de Riazor en los partidos que ha jugado como local ha sido el de las grandes citas: dos mil personas animando en todo momento dan fe de la ilusión que ha despertado el nuevo proyecto del club naranja.
No debemos olvidar de dónde venimos: aquellos partidos en EBA y LEB Plata en la Polideportiva, los apuros económicos y las deudas, la incertidumbre que tuvo en vilo a los aficionados durante varios veranos (¿en qué categoría saldrá el equipo?, ¿tendremos equipo profesional?), el aspecto silencioso y desolador de las gradas del Palacio en los primeros partidos temporadas atrás...
La afición por el baloncesto parece haber arraigado en la península herculina. Grupos como el Tsunami Naranja y el Nordés Naranja llevan a cabo iniciativas para dar visibilidad al club y para acercarlo a la sociedad, además, con el apoyo ocasional de Malandros Batucada, contagian su pasión y dan color, calor y sonido a un recinto deportivo que empieza a resultar acogedor pese a las pistas de atletismo que tanto alejan al público del parqué. En el último encuentro incluso pudimos disfrutar de la animación musical que proporcionó una pequeña charanga.
El Leyma Coruña no sólo ilusiona, crece. La pasada tarde se celebró una junta extraordinaria para iniciar el proceso para la conversión del Básquet Coruña en Sociedad Anónima Deportiva (S.A.D.), paso fundamental para dotar de estabilidad al club de cara al futuro y para hacernos soñar con objetivos más ambiciosos de los que hemos estado acostumbrados.
Hoy cualquier aficionado puede "comprar" un trozo del Básquet Coruña, ser partícipe de un bonito proyecto que nació humilde y que conserva su modestia armado sobre los hombros de más de quinientos chavales y sus familias, verdaderos artífices de la superviviencia y crecimiento de un club que no se pone techo.