Agónica derrota del Hestia Menorca en casa ante el Arco Albacete (58-60)
Los menorquines, tras conseguir 18 puntos de ventaja al descanso, se borraron en el último cuarto en el que sólo anotaron 7 puntos.
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Radio Menorca
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Mahón
Arrancó con buena pinta el Hestia Menorca, con un quinteto sin americanos formado por Jiménez, Salvans, Méndez, Matalí y Orfila, y un 5-0 ilusionante. Pero tras la ventaja inicial y un intercambio de canastas, dos pérdidas consecutivas de los locales provocaron un parcial de 0-6 para el Arcos Albacete Basquet que les ponía por delante en el marcador por primera vez (7-8). El Hestia tiraba de juego interior y con Matalí y Poyatos conseguía mantenerse a flote (15-12) tras siete minutos de juego. Despertaban los visitantes, que corrían dos contraataques consecutivos, el segundo de ellos parado por Fitz White con una antideportiva a falta de 30 segundos para el final del cuarto, lo que dejaría el primer envite en empate a 16.
SEGUNDO CUARTO APABULLANTE (22-4)
Tras un intercambio de canastas (18-18), arrancaba el Hestia su gran parcial con un triple de Pitu Jiménez. Subía la intensidad defensiva de los menorquines, con un Jan Orfila tremendamente implicado en defensa, secando a un Jermaine Van que apenas llevaba 2 puntos tras 15 minutos de juego. La conexión Pack-Pitu empezó a funcionar en ataque y tras un robo más contra del primero y otro triple del segundo, el Menorca se ponía +10 arriba (28-18). El Arcos Albacete seguía negado en ataque, con un 0 de 10 en triples y el binomio Pack-Pitu seguía sumando ventaja para un increíble parcial de 18-0 que cerraría el segundo cuarto con un apabullante 38-20.
DESCANSO TRAS EL DESCANSO (13-20)
Tras cerrar un segundo cuarto con sólo 4 puntos, el Arcos Albacete logró, en apenas 2 minutos, superar su anotación en el tercer cuarto (40-25). La empanada local en ataque era importante, sin opciones claras de tiro y sin rebotes ofensivos, y tras dos triples consecutivos del Arcos la distancia de 18 puntos inicial se quedaba en sólo +3 a dos minutos del final.
El entrenador local, Oriol Pagès, seguía sin ver demasiado clara la dirección del juego y sentó a Pitu para dar pista a un Xavi Hernández que a la postre fue determinante. Un último minuto de locura, con un triple, un robo con canasta de Pack y una última posesión anotada otra vez por Hernández, de volvía el +11 al Hestia (51-40).
SIN COMPARECER EN EL ÚLTIMO CUARTO (7-20)
Tardó 5 minutos el Menorca en anotar sus dos primeros puntos en el último cuarto. Mala señal para un equipo que pretende ganar su primer partido en casa, y que tiene 1.800 incondicionales en las gradas.
Volvía a anotar Matalí a 4 minutos del final, pero para entonces los albaceteños habían anotado ya 10 puntos (55-50). Tres errores consecutivos en ataque ponían un 0-6 para el Arcos, que tras muchos minutos se adelantaba de nuevo en el marcador (55-56) a falta de 2:50 para la conclusión.
Lo intentaba el Menorca desde el perímetro pero tres triples fallados de forma consecutiva por la dupla americana Pack-White dejaban a los locales 3 abajo (55-58) a falta de 22 segundos. Un triple de Hernández a 3 segundos del final (58-59) ponía algo de emoción al encuentro pero la obligatoria falta rápida daba de nuevo 2 puntos de ventaja a los visitantes. El triple desesperado de Adrián Mendez, en el último segundo y desde 30 metros, no sirvió de nada. 58-60 para el Arcos Albacete Basket, cuarta derrota consecutiva y nueva ración de realidad para un Hestia Menorca que, si quiere empezar a ganar, debe entender que en LEB Plata cada error se paga caro.
40 MINUTOS DE INTENSIDAD PARA GANAR
Es evidente que la superioridad en el juego interior que se exhibió en la pasada temporada como gran arma para ganar partidos, se esfumó tan pronto como se consumó el ascenso a LEB Plata. El poderío físico de la dupla Orfila-Matalí, que en EBA era suficiente para vencer, ya no sirve ahora porque los rivales son más altos y más fuertes que antes. Se necesitan otras opciones y más ideas en ataque. El equipo, exceptuando algunos momentos concretos, sigue muy espeso arriba, concluyendo muchas jugadas sin opciones claras de tiro y sin ser una amenaza seria desde 6’75.
La apuesta del club para esta nueva temporada era clara: Mantener una gran parte del bloque “nacional”, el del ascenso, y fichar dos americanos que den calidad extra al equipo. La idea era crear una piña, un verdadero “equipo”, motivado, implicado… Un grupo humano que supla con esfuerzo el talento comprado a base de talonario. Pero el talento también juega y ser la oveja negra de la liga (sólo 2 extranjeros en la plantilla frente a los 8 que tiene el Arcos) se paga caro si el esfuerzo no es constante durante los 40 minutos.
Si el equipo se implica al 100%, se trabaja fuerte en defensa y hay algo de luz en ataque, está claro que se puede ganar. Lo demuestra el 18-0 del segundo cuarto. Pero a la que asoma la relajación, el castigo es severo. En LEB Plata no se gana ningún partido en la media parte. Si te duermes, pierdes.
Pese a la desilusión, las cuatro derrotas iniciales entran en la lógica del debutante. No hay que alarmarse todavía, hay margen, talento, calidad y muchas ganas. Debe quitarse los complejos el equipo, jugar sin miedo y saber utilizar el importante factor cancha como sexto hombre. Tenemos un pabellón único en la categoría, donde este sábado se congregaron 1.800 almas dispuestas a dejarse la voz para ver ganar a su equipo. A domicilio, apenas “padres y novias” pueblan las gradas. El Pavelló Menorca debe realizar de nuevo la conjura, ser el destino maldito de todos los visitantes, la olla a presión en la que ningún rival se sienta cómodo. Equipo y afición deben ser uno.
La supervivencia en la categoría será cara pero es factible, depende de todos.