El cliente paga 2.400 euros en una hipoteca de 100.000
Aunque el banco transfiere a Hacienda el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados, el dinero pertenece al cliente que suscribe el préstamo
Manifestación de las plataformas de Afectados por la Hipoteca ante la sede de las Cortes de Castilla y León en abril de 2017 / Agencia Ical
Un caso concreto evidencia el alcance de la sentencia del Tribunal Supremo sobre el impuesto de los créditos hipotecarios.
Un ejemplo que aportamos en la Cadena SER revela que el desembolso no es residual: en una hipoteca de 100.000 euros el dinero que paga el cliente por el impuesto en cuestión asciende a 2.400 euros. Es el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados. Según fuentes consultadas por esta redacción, se trata de un 1,5 % de la denominada "responsabilidad hipotecaria", un concepto que incluye no sólo la cuantía del préstamo, sino otro tipo de cálculos que realiza la entidad financiera.
Baste señalar que en una hipoteca de 100.000 euros el coste del notario se sitúa en 900 euros. El Impuesto -en este caso de 2.400 euros- lo transfiere el banco a la hacienda de la Comunidad Autónoma cuando se registra la hipoteca. Pero ese dinero, que pertenece al cliente, está ya retenido por el banco en la cuantía total que se concede en ese crédito hipotecario, donde se incluyen todo tipo de gastos: tasación, gestoría y el Impuesto.
En definitiva, el banco paga a la Administración Tributaria los 2.400 euros, pero el dinero es del ciudadano.
Aunque el Tribunal Supremo dictaminó ayer que este impuesto debe correr a cargo del banco, no del cliente, todo queda en manos del Pleno del Alto Tribunal después del giro jurisprudencial.
