"La idea del signo", diálogos de arte africano y contemporáneo occidental
La muestra son en total 77 creaciones del arte contemporáneo occidental las que se confrontan con 93 del arte tradicional africano
Magdalena Jitrik. / Sala Kubo
San Sebastián
El arte y sus distintas procedencias está muchas veces conectado por conceptos comunes, universales. En "La idea del signo", la nueva exposición de la Sala Kubo de San Sebastián, se establece un diálogo entre el arte tradicional africano y el contemporáneo occidental a través de la colección Sánchez-Ubiría.
La muestra, que se inaugura mañana y se podrá visitar hasta el 20 de enero, reúne 170 piezas de las más de 500 adquiridas por el matrimonio formado por la empresaria Margarita Sánchez y el economista Sebastián Ubiría en las últimas décadas.
Obras de artistas como el alemán Joseph Beuys, los estadounidenses Robert Mapplethorpe y Laurie Simmons, la portuguesa Helena Almeida, el japonés Nobukoshi Araki, el francoargelino Kader Attia y el británico John Coplans comparten espacio con piezas creadas por culturas de países como Gabón, Ghana, Nigeria, Benin, Burkina Faso, Sierra Leona, Zaire, Ruanda y Togo.
Son en total 77 creaciones del arte contemporáneo occidental las que se confrontan con 93 del arte tradicional africano, algunas en conversaciones dispares y otras en similares simbolismos, como las pinturas de la surafricana Marlene Dumas y las terracotas de Djenné (Malí) que hacen referencia a la maternidad.
Participan también de ese diálogo obras de los españoles Juan Uslé, Ángela de la Cruz, Susana Solano, Miquel Mont y de Antoni Tàpies, de quien se han dispuesto dos piezas -"Nansa" y "Cruz blanca sobre tierra"- junto a máscara masculina de Pende (República Democrática del Congo).
La exposición, que se presentó el pasado año en el Centro de Arte Alcobendas, comisariada por Sergio Rubira, se ha ampliado para su exhibición en San Sebastián, donde se podrán ver piezas de los donostiarras Iñaki Gracenea, José Ramón Amondarain y Cristina Iglesias. De la escultora se muestra "Habitación IX", una serigrafía sobre acero inoxidable de 2002.
La mayor parte de las piezas africanas son de finales del siglo XIX y de la primera parte del XX, de la época colonial, aunque hay terracotas más antiguas, pero de más imprecisa datación, como unos vasos de terracota de forma fálica de Burkina Faso, de entre los siglos XIII y XVII.
Margarita Sánchez ha recordado a su marido, nacido en San Sebastián en 1947 y fallecido hace cuatro años, y ha asegurado que hoy habría sido "uno de los días más emocionantes de su vida", ya que "como buen donostiarra", uno de sus "sueños" era poder exponer la colección en su ciudad natal.
Una colección que Sánchez comenzó con las producciones tradicionales africanas en 1984 y que, desde mediados de los 90, fue creciendo simultáneamente con el arte contemporáneo occidental.
Las adquisiciones del matrimonio son el resultado de un equilibrio entre la "compulsión" de Sánchez por adquirir aquellas obras que le gustaban y el Ubiría "más racional" que la frenaba e imponía "un cierto sosiego", ha explicado Margarita Sánchez, que ha presentado la exposición junto a la responsable de la Sala Kubo, Ane Abalde, y el comisario Alejandro Castañeda.
La coleccionista ha viajado a África para conocer el continente, aunque siempre ha adquirido las obras en galerías occidentales.
Cuando comenzó a comprarlas, solía hacer mayor acopio en Nueva York, donde los precios eran mejores que en Europa, aunque "lo barato resultó caro" porque posteriormente descubrió que no eran auténticas.
Eso no significa, ha explicado, que fueran falsificaciones como tal, sino que no habían sido utilizadas para ceremonias rituales por tribus africanas, sino creadas expresamente para su venta ante el interés de los occidentales por ese tipo de objetos.
Ahora, en San Sebastián, se brinda al visitante, según ha destacado el comisario de la muestra, "una magnífica oportunidad para establecer relaciones entre piezas de arte de diferentes lugares y producidas en contextos muy diversos, e incluso reflexionar sobre nuestra mirada hacia otras culturas, o sobre la imperdurabilidad de ciertas ideas, inherentes al ser humano, venga de donde venga".
