Sacamuelas
Personajes errantes, taimados o, directamente, tahures de mal vivir y rápido beneficio, han acompañado a la humanidad hasta que la profesión de médico estomatólogo u odontólogo se reguló. O eso creíamos
La Columna de Carlos Arcaya | Sacamuelas | 11/10/2018
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Alicante
Me ha venido la imagen a la cabeza tras conocer los registros policiales en Alicante y Madrid y la detención de la cúpula de iDental, acusados de intentar reconstruir la trama que dejó a miles de personas con una precaria salud dental. Y soy delicado, por respeto a estas personas a las que les han robado la sonrisa.
Si vuelven a su infancia -los que ya tengan una cierta edad- y recuerdan esas sesiones dobles, con una del oeste, se acordarán de esos personajes que tan pronto te vendían un elixir milagroso como te sacaban una muela.
Personajes errantes -para evitar las consecuencias de sus fraudes-, taimados o, directamente, tahúres de mal vivir y rápido beneficio.
Los sacamuelas que han acompañado a la humanidad hasta que la profesión de médico estomatólogo u odontólogo se reguló. O eso creíamos, visto lo visto, con estos individuos -al parecer- inasequibles a la repetición de la jugada.
Los dentistas de verdad -y esto sea un homenaje a todos ellos- alivian (y no provocan) el dolor o el sufrimiento.