Los restaurantes Salas y El Cairo presentan sus menús para el Año Murillo
Los platos han sido sacados de algunos de los cuadros del universal pintor
De izquierda a derecha, Damián Diáz Cantelar, de comunicación de los restaurantes Salas y El Cairo; Juan Antonio Huguet Pretel, David Díaz Cantelar y el periodista Miguel Ángel Moreno / Paco García
Sevilla
El Restaurante El Cairo, en la calle Reyes Católicos de la capital hispalense, ha acogido este martes la presentación del menú que, con motivo del Año Murillo, que se viene celebrando en este 2018 por el cuarto centenario del nacimiento del universal pintor, ha confeccionado para sus clientes junto al Restaurante Salas, la otra firma del mismo grupo hostelero, en la cercana calle Almansa.
En el acto ha tomado parte el pintor y catedrático de Bellas Artes Juan Antonio Huguet Pretel, quien ha explicado en los micrófonos de Radio Sevilla (Cadena SER) la presencia de lo culinario en la obra pictórica del genial Murillo, lo que ha servido de inspiración a esta apuesta empresarial. Aquí puedes escucharlo...
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El profesor Juan Antonio Huguet pretel nos habla de los platos de la época de Murillo
De izquierda a derecha y de arriba a abajo, tosta de pan de masa madre con morcilla, queso manchego con uvas, almendras y miel de la granja, potaje de mamá Murillo, cola de toro de lidia estilo antiguo, lomito de bacalao fresco confitado en aceite de oliv / Paco García
De izquierda a derecha y de arriba a abajo, tosta de pan de masa madre con morcilla, queso manchego con uvas, almendras y miel de la granja, potaje de mamá Murillo, cola de toro de lidia estilo antiguo, lomito de bacalao fresco confitado en aceite de oliv / Paco García
Por el módico precio de 45 euros por comensal, el menú se compone de nueve platos, algunos de ellos en la fotografía sobre estas líneas: como entrantes, pan moreno, olivas y tosta de pan de masa madre con morcilla, cuenco de salmorejo andaluz y queso manchego con uvas, almendras y miel de la granja; de primer plato, potaje de mamá Murillo; de segundo plato, a elegir, lomito de bacalao fresco confitado en aceite de oliva virgen y ajos morados de la huerta o cola de toro de lidia estilo antiguo; y de postre, leche frita, todo ello regado con vino de la tierra y agua, pues por entonces la cerveza no era lo más habitual.
Toda una experiencia culinaria que, sin duda, nos acerca a la Sevilla de principios del siglo XVII.
