Hienas con sotana

León

El pianista James Rhodes cuenta en su biografía cómo fue violado repetida y salvajemente por un profesor desde los seis hasta los diez años, y cómo todos, el director del colegio, los profesores, no hicieron nada por acabar con aquel infierno que ocurría ante sus ojos un día sí y otro también. Es fácil de entender que James transitara durante muchos años por el rincón oscuro de las depresiones, las autolesiones, y los internamientos. Y es un milagro gozoso que la música lo salvara para siempre.

Se me viene a la perola la peripecia de este artista comprometido , cuando escucho al Obispo de Astorga condenar rigurosísimamente a un cura abusador a (agárrense los machos) a 10 años de retiro, clausura o encierro en un monasterio o convento alejado de la diócesis de las mantecadas. Dureza extrema, comunión la cruzada del Papa Francisco, compromiso con la justicia y verdad evangélica. Sí, señor.

La hiena con sotana se llama José Manuel Ramos Gordón y abusó durante años de decenas de niños en los seminarios de La Bañeza y Puebla de Sanabria. Cuando la situación empezó a salir a la luz pública, su jefe le mandó a un pueblecito de Zamora, Tábara, para que continuara allí su impagable laboral pastoral con mayores y con niños. Así se las gasta la Santa Madre. No hay clemencia.

Dice su Excelencia Reverendísima que es una condena ejemplar, teniendo en cuenta que los delitos ya han prescrito. Y entonces lo entiendo todo. Qué artefacto más útil este de la prescripción. Quizás el señor obispo haya llamado estos días a Santos Llamas para familiarizarse con el concepto. Que su Dios les perdone porque yo no puedo.