El alzheimer la enfermedad del presente
"El alzheimer la enfermedad del presente"
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Las Palmas de Gran Canaria
En Canarias se calcula que entre el 5 al 7% de la población mayor de 60 años tiene alzheimer o alguna demencia, estaríamos hablando de cerca de 40000 personas. Hoy, en el día mundial de la enfermedad, debemos dar un toque de atención a las administraciones públicas para que se pongan todos los medios disponibles para la atención de estos enfermos y sus familias.
En los últimos 15 años se ha duplicado el número de afectados y hoy es la segunda causa de muerte en mayores en España. La enfermedad hay que tratarla según los expertos desde una doble vertiente, social y sanitaria. No se conoce ningún antídoto para curarla, y para prevenirla solo llevar unos hábitos saludables e intentar poner todos los medios para un diagnóstico precoz.
Por tanto, el problema los tenemos con la personas dependientes y sus familias. Cuando se detecta, produce un gran impacto en las familias y un problema porque la persona requiere de mucha atención y cuidados.
Hay que aumentar los recursos de forma abismal. Hay que darle la vuelta a la tortilla a las políticas para mayores, dependientes en general y en particular para enfermos de alzheimer o de cualquier demencia que deben tener preferencia para su entrada en los centros especializados o en centros de mayores con personal cualificado.
En Canarias se necesita más contrataciones, mayor especialización para su cuidado, pero lo más importante, aumentar el número de plazas, diurnas y de estancia diaria permanente, que puedan aliviar a las familias.
Para esto debe haber un alto compromiso, sin ambages, del gobierno de Canarias, de los cabildos y del propio gobierno de España. No puede ser que las residencias cuesten más de 3000 euros al mes en la privada y en la pública por el estilo. Que no haya suficientes plazas públicas y que la privadas salgan un ojo de la cara. Hasta aquí llegan las consecuencias de la distribución de la riqueza, que en el momento que aparece la enfermedad en una familia trabajadora y si no aparece la ayuda pública se desestabiliza la vida familiar por razones obvias.
Serán mayores, ya no recuerdan nada o casi nada, son absolutamente dependientes, pero no han perdido su dignidad de persona y es por ello que toca concienciarnos a todos.
La administración no está sabiendo responder y hay que ponerse de inmediato. Se tiene que notar en los próximos presupuestos de Canarias y con el extra del famoso superávit de los 600 millones.
