Joan Matabosch "Que conste que nunca he hecho un máster"
Hablamos con el director artístico del Teatro Real que nos recibe en su despacho para recorrer su mapa de Madrid
Madrid
Joan Matabosch nos recibe en su despacho, en la séptima planta del Teatro Real al que accedimos por la puerta de artistas tras presentar un código QR.
Llegó al Real en el 2014, y ya tiene la sensación de vivir en el teatro. "La cuestión es que me gusta. No lo digo como queja, es una satisfacción enorme". Por su ventana se ve toda la plaza de Isabel II, Ópera. Aquí empezamos el recorrido por su mapa de Madrid:
A vivir Madrid | El Madrid de Joan Matabosch
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No solo de ópera vive el hombre, Joan Matabosch sale del Teatro Real, le gusta ir a locales de Jazz como el café Berlín o el Café Central donde descubrió a Mastretta. “Creo que es alguien que me inspira el Madrid nocturno”.
Hablamos también del Teatro de la Zarzuela y su aportación crucial en los años 80 que convirtió la institución en un centro de producción. Incorporaron a la ópera en Madrid a los grandes nombres del teatro del momento Francisco Nieva, Mario Gas, Luz Pascual o José Luis Alonso quien ha llegado a representar en propio salón obras de Chéjov.
“Recuerdo una vez cuando un crítico le hizo un comentario devastador a José Luis Alonso, y su reacción fue tan generoso que llegó a avergonzar al crítico”
Son casi 5 años los que Matabosch lleva al frente del Real, pero recordamos con él los inicios. “En el pirulí tuve mi primer trabajo, estaba en documentación de informativos y me dedicaba a buscar el contexto de lo que se iba a contar, fue cuando estaba en el último año de la facultad”. Eso sí, nos deja bien claro que, en estos tiempos de titulitis, él no tiene ningún máster.
La Plaza de Oriente es un lugar fundamental para él porque allí, en verano, la ópera sale a la calle. Pantallas gigantes y sillas para disfrutar de la oferta del Teatro Real. Una plaza en la que en el pasado 1 de octubre se llenó de banderas de España.
“Tengo un defecto y es que a mí, las banderas por lo general, me provocan una emotividad mucho menor que otra gente. Tengo esa capacidad. Lo que sí me llena de emoción es ver la Plaza de Oriente llena de personas disfrutando de ‘lucia de lammermoor’”.
Con esto se ha conseguido convertir la ópera en un género popular del que puede disfrutar todo el mundo sin distinciones.