Rafael del Valle centra su pregón literario de San Antolín en Blanca de Castilla y Ramón Carande
El historiador trazó un pregón de estilo biográfico para alabar las virtudes de ambos personajes históricos
Rafael del Valle durante el Pregón Literario de San Antolín / Roberto Lagartos
Palencia
El pregonero literario de las Fiestas de San Antolín de Palencia, el historiador, ex jefe del Sevicio Municipal de Cultura y ex archivero, además de Académico de la Institución Tello Téllez de Meneses, mantuvo un discurso de tono biográfico para perfilar la figura de dos personajes históricos de Palencia pertenecientes a diferentes épocas: una mujer de la Edad Media como fue Blanca de Castilla y un hombre de nuestra época; en este caso Ramón Carande.
En el caso de Blanca de Castilla, el pregonero destacó la figura de una mujer que asumió la regencia en un mundo basado en la concepción medieval, que consideraba a la mujer biológicamente incapacitada para decidir cuestiones de estado. "Estas y otras mujeres que se vieron obligadas a desempeñar puestos de hombres, demostraron que más importantes que la firmeza para declarar, por ejemplo una guerra, eran la agudeza, el tacto, la perspicacia y sobre todo la prudencia, para mantener la paz", según señaló Rafael del Valle en su erudito pregón.
En cuanto a Ramón Carande, habló de la relación que mantuvo con el insigne personaje palentino y resaltó que "por si hubiere de necesitar alivio mí declarado favoritismo, no tengo más que recordar algunos detalles de su biografía. Las numerosas distinciones recibidas de las universidades europeas y españolas. La aprobación unánime de un selecto y heterogéneo jurado que prefirió la suya entre 99 candidaturas para concederle el Premio Príncipe de Asturias. La frecuente visita de mandatarios políticos y económicos, buscando consejo mesurado, sincero y eficaz. (Durante nuestra breve estancia en Sevilla, pasaron a visitarle Soledad Becerril, alcaldesa del PP y Alfonso Guerra, destacado miembro del PSOE)".
Lo que hizo, en definitiva, Rafael del Valle, es cruzar ambas biografías para concluir que "La HONESTIDAD de su comportamiento, LA RESPONSABILIDAD en sus cometidos, LA TENACIDAD EN EL EMPEÑO de su trabajo y LA GENEROSIDAD EN EL ESFUERZO, que pueden destacarse en los dos personajes que aquí se han citado, quizás sirvieron a Santa Teresa para calificar a los palentinos de su época, como de “gente de la mejor masa”, es decir de “buena gente”, a la hora de hacer lo posible por ayudarla en el fin que perseguía de fundar un nuevo convento, en una ciudad en que estos abundaban, haciendo peligrar su mantenimiento".
