Clausurado el umbráculo del Jardín Americano por peligro de derrumbe

Sevilla

El Jardín Americano es una de las joyas que dejó en la Cartuja la Expo 92, pero su situación, tras varias décadas de problemas, sigue siendo alarmante. Según informa la Asociación Legado Expo, la semana pasada se procedió a la retirada de una de las vigas de madera que estructuran el umbráculo del parque, una de las estructuras más icónicas del Jardín.

Esta actuación se llevó a cabo tras el aviso por riesgo de desprendimiento de la contrata de mantenimiento a Parques y Jardines, lo que provocó que desde el Ayuntamiento se procediera a precintar y cerrar de forma preventiva el recinto. La institución municipal se halla ahora a la espera de los resultados del informe sobre el estado de la madera que ha encargado a una empresa especializada. Hasta que se no conozcan los resultados de este, no se acometerán más medidas.

El presidente de la Asociación Legado Expo, Ángel Aramburu, asegura estar sorprendido ante el cierre de este espacio tan singular y muestra preocupación por su futuro: “habrá que comprobar si la estructura de madera ha tenido el cuidado que requiere y, si no ha sido así, reparar los daños cuanto antes. Sevilla no puede permitirse perder un umbráculo comparable al del parque de la Ciudadela en Barcelona”.

Alberto Martín, vicepresidente de la Asociación, también se muestra desconcertado por esta noticia: "se supone que era un lugar que estaba en constante mantenimiento, y de la noche a la mañana nos encontramos con que uno de los símbolos del Jardín está en peligro".

Este umbráculo ya estuvo a punto de perderse a principios de siglo, cuando la zona permaneció abandonada y muchas de sus lamas de madera fueron expoliadas o empleadas por indigentes para alimentar sus hogueras. Por aquel entonces, el dinero de la Unión Europea y las labores de la Fundación Naturalia XXI y la empresa Tragsa sirvieron para recuperar, en 2008, parte del esplendor de este singular espacio.

Esta zona verde fue reabierta hace pocos días después de permanecer meses cerrada por tareas de mantenimiento, y ahora de nuevo ve clausurada una de sus zonas más simbólicas.