Desde el mirador de la Hoz de Beteta se ve casi toda la provincia de Cuenca

Volvemos a la Hoz de Beteta, y pasaremos muy cerca de la cueva de la Ramera, pero esta vez queremos ascender por las riscas, cual cabras montesas, para asomarnos a un mirador desde el que se ve una amplitud de paisajes serranos. Nos lleva hasta allí Fernando Carreras, nuestro guía de EcoExperience, que se acerca cada viernes a Hoy por Hoy Cuenca en la sección Nos vamos de excursión. Si se dirigen a este paraje desde Cuenca capital, deberán hacerlo por la carretera N-320 para desviarse después hacia la CM-210. Pasado Puente de Vadillos hay que avanzar por la Hoz de Beteta hasta la Fuente de los Tilos. Aquí podemos dejar el coche y emprender la ruta. Seguiremos el camino que va aguas abajo del río Guadilea por su margen izquierda. Esta es la misma ruta que va a la cueva de la Ramera y encontraremos indicaciones que nos guíen. Este es un paraje fresco para recorrer en épocas de altas temperaturas. Caminaremos bajo la sobra de los tilos, los avellanos y otros árboles y vegetación de ribera. “Seguimos el camino hacia adelante, de manera que empezamos a ver las indicaciones de la cueva del Armentero, otra conocida cavidad en la Hoz de Beteta”, nos dice Fernando. “Aquí debemos subir un poco cuesta arriba y en todo momento veremos las maravillosas vistas de la hoz del Guadiela”. Este recorrido es de especial interés botánico, más aún en tiempos de finales de primavera o principios de verano cuando las flores salpican de colores el paisaje. “Veremos un gran número de espinos, rosales silvestres, agracejos, boneteros, además de muchas orquídeas, aguileñas y un sinfín de flores”, apunta nuestro guía. “Además, también es una zona ideal para observar fauna. Más allá del buitre leonado y diversas rapaces, encontramos ya por estas laderas excrementos de zorros, ginetas, gatos monteses, y si tenemos suerte podemos observar ciervos, corzos e incluso alguna cabra montesa que ya viven en estas altitudes”. La cueva del Armentero se usó tradicionalmente como refugio de pastores y se conserva aún la vieja puerta de madera. Cuando pasen por este sitio, sepan que ya queda poco para llegar a nuestro destino. Un poco más adelante nos asomaremos ya al mirador de la hoz de Beteta. “Las vistas son impresionantes”, dice Fernando. “Veremos completamente el pueblo de Vadillos, a lo lejos la zona del embalse de Chincha, la parte de Matasnos, que si hay agua veremos bajar por la ladera, y a la derecha toda la Hoz del Guadiela. A la izquierda la zona del Solán de Cabras, por donde entra el río Cuervo, y a lo lejos, podemos ver incluso Carrascosa o Beteta”. Desde aquí, una vez empachados de la belleza del paisaje, volvemos por el mismo camino que ahora será cuesta abajo.

Desde el mirador de la Hoz de Beteta se ve casi toda la provincia de Cuenca

La ruta nos lleva hasta las alturas desde un paraje natural de gran belleza acompañados de tilos, rosales silvestres en flor y bajo la atenta mirada del buitre leonado

Paco Auñón