Ridículo intolerable
El Sporting tira por tierra buena parte de sus opciones de ascenso con una calamitosa primera parte en Valladolid
Solo el gol de Jony concede cierta esperanza de remontada
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LaLiga.es
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Valladolid
Claro que un 3-1 es remontable en un partido de vuelta. Pero eso no quita para admitir que lo que hizo el Sporting en Valladolid fue intolerable, indecente e impropio de un equipo que aspira a cualquier cosa (desde luego, a un ascenso a Primera División). Fue uno de los protagonistas quien, en caliente, mejor definió el partido en los micrófonos de Movistar Partidazo: "No entiendo cómo hemos podido hacer el ridículo de la primera parte", afirmó el cangués. Hasta en dos ocasiones utilizó el término "ridículo". Poco más se puede añadir
Podíamos engañarnos pensando que el Sporting se iba a resetear para el playoff, pero era evidente que el equipo llega a la hora de la verdad en un momento horrible. Lo ha perdido todo: el juego (nunca tuvo mucho), la solidez, la intensidad, la solvencia, la claridad de ideas. En Valladolid solo disparó una vez entre los tres palos, con la fortuna de que fue para dentro. Ese gol de Jony da algo de aire al equipo de cara a la vuelta, pero mucho deberá cambiar este equipo para, en primer lugar, remontarle a un Valladolid que demostró ser mucho más equipo. Y, después, para superar otra eliminatoria.
El Sporting, blando como la mantequilla desde hace dos meses, sigue encajando goles con extrema facilidad. En Zorrilla fueron tres en ocho minutos. Y no fueron más porque hubo cierta fortuna. Cierto es que el árbitro no estuvo acertado: pudo señalar falta antes del 1-0 o fuera de juego previo al 3-0. Pero justificar el bochorno en decisiones discutibles del árbitro sería de mediocres. Nada sirve de excusa a lo que hizo el Sporting.
Tal era el enfado de Rubén Baraja al descanso que optó por no cambiar nada. De sus actos y de sus palabras (por más que intentara matizarlo después) se desprende que su intención fue 'castigar' a los protagonistas de la hecatombe. Que los que la habían pifiado resolvieran el desastre. Lo que pasa es que los castigos suelen pasar por sentar al que no rinde; no por mantenerle. Aunque el dilema era complicado... ¿A quién podía haber quitado? Recordemos que el reglamento solo permite tres cambios.
En todo caso, la decisión de Baraja de hacer una sola sustitución en el minuto 86 tiene otra lectura: si el entrenador hubiera visto recambios de nivel en el banquillo, los hubiera sacado. Esto en el Sporting de los 14 fichajes, en el que "el fin justifica los medios", como dijo Torrecilla. Cuidado con el fin, que tiene pinta de no justificar nada.
Queda la vuelta. No todo está perdido, aunque el equipo ya llega lastrado. La grada de El Molinón volverá a llenarse y, tras la indignación, muchos seguidores intentarán recuperar el ánimo. Solo por ellos, esperemos que el Sporting sea, al menos, un equipo con honor.
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David González
Vinculado a SER Gijón desde 1998. Director de SER Deportivos Gijón y voz de los partidos del Sporting...