Nada que perder
El Numancia, flamante equipo de play-off, y su afición deben disfrutar y afrontar la promoción sin complejos y cargados de ilusión
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Cadena SER
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Soria
Este fin de semana, un aficionado me recordaba, a través de Twitter, mi columna del pasado 8 de mayo, que titulé ‘No pasa nada’ y en la que, pese a la derrota ante el Real Valladolid, insistía en que creía que el Numancia estaría en puestos de play-off al término de la temporada. Así ha sido, aunque debo reconocer que, como ya confesé en este espacio, el pesimismo se apoderó de mí apenas una semana después tras el batacazo en Lorca y tres semanas después con el descalabro en Sevilla. Y creo que como yo, muchísimos aficionados. Era increíble tirar por la borda en apenas 21 días lo tan arduamente ganado en cinco muy buenas jornadas.
Pero hasta el rabo todo es toro, dicen, y el Numancia cogió al astado por los cuernos y en la última jornada hizo lo que debía de hacer, que era ganar a la Cultural Leonesa (y además jugando, otra vez y por fin, bien), y San Saturio y San Juan se pusieron de nuestra parte para que Valladolid y Granada derrotasen a Osasuna y Cádiz. Y cuando todo parecía perdido, pasadas las 10 y cuarto de la noche del sábado, Soria celebraba la presencia numantina en los play-off como sexto clasificado.
¿Y ahora, qué? Pues de buenas a primeras, creo que toca lo primero es disfrutar. Disfrutar del éxito conseguido, merecido y trabajado durante todo el curso, con el Numancia entre los seis mejores durante dos tercios de la temporada. Luego, ante el Real Zaragoza, que ganó este curso en Zaragoza y Soria, celebrar un nuevo derby del Moncayo, por muy descafeinado que haya devenido este enfrentamiento en gran parte gracias al club maño.
Y por último, y tal vez más importante, saber que llegados a este punto el equipo tiene mucho que ganar y nada que perder. Y me explico, para que nadie me acuse de conformista o falto de ambición. Para Zaragoza, Valladolid y Sporting, que en su hoja de ruta tenían estar donde están, en el play-off, hubiera sido un fracaso no conseguirlo y también será un fracaso quedar eliminados en el primer partido. Para el Numancia ya saben ustedes que no. No era obligatorio estar aquí, desde luego, y nos damos por satisfechos por ello, pero cómo no, queremos más. ¿Por qué no soñar, o mejor dicho, seguir soñando con hacer algo aún más grande, mucho más grande?
Pros y contras: en casa el Numancia es el segundo mejor equipo: 15 victorias, dos empates y cuatro derrotas. Solvencia, seriedad, eficacia, regularidad, constancia e incluso muy buen juego por momentos, son las claves de un equipo que, por el contrario, ha flojeado y mucho, a domicilio: 3 victorias, 9 empates, y 9 derrotas. Pero esto no es temporada regular… Piensen en la Copa del Rey, torneo de eliminatorias: una victoria (en Oviedo) y tres empates (en Gijón, Málaga y Madrid): Si el equipo adopta ese chip copero, nada es descartable. Pero todo pasa por ganar antes aquí, este miércoles, en un Los Pajaritos que debe vestir sus mejores gales. La ocasión lo merece.
PD: La temporada, hasta el sábado a las 20.29, era de notable; a las 22.16 era de sobresaliente. Ahora queremos que sea de matrícula.