Detroit Become Human, el despertar de los androides
El estudio responsable de 'Heavy Rain' y 'Beyond Dos Almas' salta a PS4 con un intenso drama interactivo
Fuenlabrada
El desarrollo de la inteligencia artificial y la robótica son temas que no dejan de sorprendernos en la vida real. Y, obviamente, se trata de campos que dan mucho juego en la ficción. Desde las obras de Isaac Asimov a la película ‘Yo, robot’, pasando, por supuesto, por los videojuegos. La última gran historia de androides es un juego exclusivo para PS4, obra de los autores de ‘Heavy Rain’ y ‘Beyond: Dos almas’. Quantic Dream nos presenta ahora ‘Detroit Become Human’.
SER Jugones 5x38: Detroit Become Human, el despertar de los androides
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Los acontecimientos del juego tienen lugar en la ciudad de Detroit en un futuro cercano, el año 2038. Los androides se han incorporado a la sociedad como trabajadores de todo tipo: asistentes en el hogar, vendedores o recepcionistas. Esto comienza a provocar tensiones sociales por la brecha existente entre las grandes empresas tecnológicas que ganan millones de dólares con su venta y las personas que han sido despedidas de sus trabajos por la incorporación de las máquinas. La situación se vuelve insostenible cuando algunos androides comienzan a sentir lo que creen que son emociones y actúan más allá de su programación inicial. Son los ‘divergentes’, robots de aspecto completamente humano que comienzan a descontrolarse y a reunirse en comunidades secretas para ser libres y dejar de obedecer a sus dueños. En Detroit Become Human vamos a tomar el control de tres androides: los asistentes rebelados Marcus y Kara, y el agente Connor, un modelo súper avanzado cuyo objetivo es neutralizar a los divergentes.
La historia de los androides en Detroit es un videojuego, pero de los especiales. Sus creadores lo describen como un “drama interactivo”, ya que se basa en amplios componentes narrativos y vídeos, pero nosotros tenemos el control de las decisiones con mecánicas de aventura gráfica y pulsaciones de botones en tiempo real. Llamarlo simplemente película interactiva se queda enormemente corto, como veremos más adelante. Vamos a sentir tensión y nos vamos a ver inmersos en escenas de pura acción donde tomaremos decisiones bajo mucha presión con un tiempo muy limitado como, por ejemplo, las persecuciones. En otros momentos más pausados podremos investigar el entorno para buscar pistas, interactuar y reconstruir momentos clave pasados.
Y las decisiones son, precisamente, otro de los pilares fundamentales de ‘Detroit Become Human’; muchas de esas decisiones van a determinar el desarrollo de la historia y nuestro camino por las decenas de ramificaciones que podemos recorrer. Además muchas nos abrirán opciones previamente bloqueadas. Esto se muestra gráficamente al final de cada capítulo, dejando entrever otras soluciones, caminos y consecuencias, en una gran invitación a rejugar cada fase tras acabar el juego por primera vez. Estas decisiones nos ponen frente a disyuntivas en relación con la tolerancia frente al diferente, la protección de las vidas humanas o el avance tecnológico. Una serie de interrogantes que son la base de la obra de Quantic Dream.
Gráficamente Detroit Become Human es un coloso, aunque hay que tener en cuenta que sus escenarios y la libertad de movimiento de los personajes están muy limitados por la historia. Nada de grandes mapas abiertos, esto es una aventura gráfica ‘moderna’ que si bien nos permite recorrer ciertos entornos, no nos permite ir más allá de los límites establecidos para la acción. Su banda sonora es sublime, con temas propios para cada uno de los protagonistas y un acompañamiento más que adecuado a cada situación. Finalmente hay que saber que tanto los textos como las voces están en español.
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