'Simpa' de 8.000 euros en una boda con 200 invitados en un restaurante de Viveiro
Tres personas están en busca y captura por parte de la Policía Nacional y se requerirá la cooperación de la policía rumana para su localización
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La Polilcía Nacional de Viveiro trata de localizar a los tres implicados en el simpa. / Google Maps
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Viveiro
Una pareja de novios, de origen rumano, con familia asentada en Viveiro dejó sin pagar aproximadamente 8.000 euros de su banquete de bodas para 200 personas que celebró en un restaurante de la localidad de la costa de la provincia de Lugo, el pasado día 9 de mayo.
El convite fue contratado por el novio, su hermano y el padre de ambos, que se marcharon del local sin pagar, tras finalizar el convite, alegando que regresarían al día siguiente abonar la cantidad adeudada. Sin embargo, nunca aparecieron, ni respondieron a las llamadas y mensajes del restaurante de A Mariña.
Ahora los tres están en busca y captura. La Policía Nacional de Viveiro los trata de localizar por presunta estafa, tras la denuncia presentada, este miércoles día 23, por los responsables del local afectado después de transcurrir quince días sin tener noticias de los responsables del pago del banquete.
La policía cree que las familias al comprobar que no podían hacer frente al pago decidieron poner tierra de por medio y baraja dos opciones que los implicados hayan regresado a su país de origen, Rumanía, o bien que se hayan desplazado a otros puntos de Galicia en los que la familia tiene “cierto arraigo”, como Orense.
Una orden de busca y captura
Desde la comisaría de Viveiro, confirmaron que para encontrar a los tres hombres que suscribieron el contrato: el novio, su hermano y el padre de ambos han lanzado una orden de busca y captura a nivel nacional y además emitirá una requisitoria pidiendo colaboración a la policía de Rumanía para que recabe información para la localización del trío en su país de origen.
Según fuentes de la investigación, la familia del novio contrató con el establecimiento el alquiler del local, ya que la comida la iban a aportar ellos, y abonaron por adelantado en varios plazos 1.500 euros. Posteriormente, encargaron comida y bebidas para los 200 comensales. El pago del adelanto y que, además, el novio conocía a uno de los empleados del restaurante, hizo que los dueños del restaurante no sospechasen del engaño hasta el final.
De momento, los instructores del caso están terminando las diligencias previas y el caso será remitido en las próximas horas, previsiblemente, al juzgado de Viveiro.