¡Sueños rotos con luz de fondo!

Palencia

En Palencia podemos ponerlo más difícil todavía y hacer el triple salto mortal sin red, que prolongado en el tiempo nos sumergirá en la cola del escalafón para próximos quinquenios. Tiene su morbo. Si aprendemos a convertirlo en un éxito resultará otro atractivo más. “He aquí la penúltima”.

Triple salto. Uno. Alerta de “fuga” de empresas, advierten los responsables de las fugas. No creo que les obligue nadie, pero…. Aporte de servicios públicos a cargo del erario común (ellos también, no lo pongo en duda) y deslocalización empresarial hacia territorios donde encuentran más “amor”.¡Gobernantes!, comparten la responsabilidad de tanta desafección y edúquenlos en gestos patrióticos y de solidaridad con su pueblo. ¿Es posible que sus beneficios se hayan incrementado en un 30% y duplicado el número de millonarios desde 2016, mientras el sector obrero ha perdido 13% de poder adquisitivo? Cuesta creer.

Dos. Por el mismo precio. Una comunidad cívica, Palencia, dilapida en una semana el crédito de las dos instituciones garantistas de la seguridad, policía local y bomberos y se queda tan a gusto. ¡Gobernantes! Se les ocurrirá algo más que amenazar y anunciar medidas represivas, ¿no?

Tres. Otro salto, ¡ale! “Palencia Tierra Nuestra” y la política que “ha hecho posible la recuperación económica de la provincia”, nos dicen desde la Diputación. ¡Gobernantes! ¿Todavía quedan ópticas suficientes para afinar la vista y el intelecto… ¿Cuándo se pierde población a marchas forzadas y nunca mejor dicho, puede uno jactarse de una “recuperación” sin retorcer la estadística hasta anudarla al propio interés?

Y si ponemos todo el esfuerzo en elaborar un proyecto común de ciudad y provincia…con las consultas pertinentes a toda la ciudadanía, que nos encandile su defensa para que la gente, vuestra gente, entienda que nadie va sacarnos las castañas del fuego…por mucha genialidad personal que esgrima Rato. La aznaridad sigue cubriendo sus objetivos…a quién él se la dé, Zaplana se la bendiga. Y van doce de los del 2002.

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Son sueños rotos. Pero, si sirve de algo, conviene saber que la luz de fondo no es otra cosa que un proyecto de ciudad y de provincia, que esperamos desde hace décadas, que desconocemos por completo y no alientan en absoluto las soluciones a salto de mata, porque terminan haciendo “le-crac”. (Acepción última del descacharre).