Malestar en el PSC tras el giro de Pedro Sánchez
Parte de los socialistas catalanes considera que las propuestas y el tono utilizado en los últimos días por el líder del PSOE impide construir puentes y rebajar la tensión en Catalunya
El alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, durante un pleno municipal / Roger Segura (ACN)
Barcelona
Sí a reformar el delito de rebelión para adecuarlo a la realidad catalana. Sí a obligar a todos los cargos electos a prometer lealtad al Rey y a la Constitución. Sí a comparar a Quim Torra con Le Pen. Incluso un "ya veremos" ante la posibilidad de tomar el control de TV3 en caso de un nuevo 155. El núcelo duro del PSC liderado por Miquel Iceta ha cerrado filas sin fisuras ante la nueva estrategia de Pedro Sánchez sobre Catalunya, pero eso no quiere decir, ni mucho menos, que esta estrategia sea compartida por todos los dirigentes y cargos electos.
Según explican a la SER fuentes del partido, internamente se ha generado un fuerte debate sobre este tema, y varias figuras de peso de los socialistas catalanes han hecho notar en canales de comunicación interna, como los grupos de Whatsap, que, por ejemplo, comparar al nuevo president con Le Pen no ayuda a rebajar la tensión en Catalunya ni tampoco a hacer creíble el relato del PSC de ayudar a tejer puentes. "En público tenemos que callar porque diríamos cosas muy gordas", apunta una de estas fuentes.
A pesar de eso, ya han empezado a surgir algunas voces que sí dejan entrever públicamente este malestar. Aunque de forma sutil, la primera en hacerlo fue la Secrtetaria de Acción Electoral del partido, Assumpta Escarp, que, preguntada sobre el tema en 'El Balcó' de SER Catalunya apuntó que ella "ß" este tipo de comparaciones. Más contundente fue el alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, que reconoció en TV3 que no le había gustado que Sánchez calificara a Torra de "racista" y que advirtió que este tipo de frases no ayudan a "seducir" a los independentistas. Tras sus palabras, el actual diputado en el Parlament, Carles Castillo, apoyó públicamente en Twitter al alcalde de Tarragona y pidió a los socialistas que se centraran en negociar con el nuevo Govern algunas cuestiones urgentes, como el anteriormente conocido como Barcelona Wordl.
Los dirigentes críticos dejan claro, tanto en público como en privado, que los polémicos artículos y tuits de Torra les parecen absolutamente censurables, reconocen que el nuevo líder no tiene "el mejor perfil" para ser president y sostienen que sus primeras decisiones son equivocadas y buscan mantener la tensión con el Estado. Ahora bien, aseguran que seguirle atacando no aporta nada bueno ni ayuda a resolver la crisis territorial.
De hecho, muchos de ellos apoyaron a Pedro Sánchez en el proceso de primarias, pero ahora viven "con depeción" sus "idas y venidas" y su "falta de liderazgo". Según recuerdan, en pocos meses el líder socialista ha pasado de defender a ultranza la plurinacionalidad y la reforma constitucional a adoptar un discurso "más propio de Ciudadanos o del PP".
Estas críticas internas contrastan con el cierre de filas de Iceta y de su grupo de confianza, que incluso ha avalado la polémica comparación entre Torra y la ultraderecha. "Decir las cosas como son siempre ayuda, y si Torra tiene textos con expresiones que son de este tipo hay que decirlo, hay que denunciarlo, y se debe hacer una petición de disculpas; lo que no ayuda es no decir las cosas", ha apuntado este martes el secretario de Organización, Salvador Illa.
Alguno de los críticos lamenta que no se haya sido tan contundente pidiendo al PP unas disculpas por la corrupción.
