‘Cartas desde el manicomio’
Publican la correspondencia de los pacientes del psiquiátrico de Leganés hasta mediados del siglo XX

Imagen de archivo de una institución psiquiátrica abandonada / Getty Images

Leganés
“Hay cartas terribles como la de una madre internada que, en plena posguerra, pide a su marido que le dejen ver a sus cuatro hijos, hacer las trenzas a su niña”, reconoce Olga Villasante, psiquiatra en el Hospital Universitario Severo Ochoa y autora de ‘Cartas desde el manicomio’ (Ed. La Catarata) un libro que recoge la correspondencia que enviaban a sus familiares los pacientes del Centro de Dementes Santa Isabel de Leganés (hoy en día Instituto Psiquiátrico ‘José Germain’) durante los siglos XIX y XX. "Es una manera de dar la voz a los pacientes, muchas veces los profesionales no les escuchamos", señala.

Olga Villasante, psiquiatra en el Hospital Universitario Severo Ochoa y autora de ‘Cartas desde el manicomio’ / SER Madrid Sur

Olga Villasante, psiquiatra en el Hospital Universitario Severo Ochoa y autora de ‘Cartas desde el manicomio’ / SER Madrid Sur
El libro es fruto del trabajo en las tesis doctorales de Ana Consegleri, Paloma Vázquez de la Torre, Raquel Tierno y Ruth Candela, con la colaboración del investigador del CSIC Rafael Huertas. Han encontrado medio centenar de cartas en el periodo 1900-1952, que era en el que se centraba la investigación. “El número es pequeño porque el analfabetismo era común y muchos de los pacientes eran pobres”, nos revela.
Aunque el trabajo se inicio para estudiar los datos y diagnósticos de los pacientes allí ingresados, en muchas fichas se toparon con las cartas y con las historias personales que se leen entrelíneas. Misivas en las que se criticaban los tratamientos, los profesionales (especialmente a las monjas que ejercían de cuidadoras) o se pedía ayuda a los familiares para salir de allí. Las cartas nunca salieron del manicomio. “En algunos casos nos queda la duda de algunos diagnósticos y sobre todo que los pacientes tuvieran que permanecer ingresados allí toda la vida”, asume ahora, y específica el caso de las mujeres que necesitaban el sí de la familia para poder salir del centro.