Entre el cielo y el infierno
La afición ribereña tiene el corazón dividido. La impresionante trayectoria de la Arandina y la decepcionante temporada del Villa de Aranda tienen en vilo a los aficionados y socios de ambos clubes.
Los blanquiazules celebran la clasificación (i), mientras los amarillos muestran su decepción tras la última derrota. / Cadena SER
Aranda de Duero
La afición arandina vive entre dos realidades. Un corazón dividido entre la impresionante trayectoria de la Arandina, que jugará el play off de ascenso, y la decepcionante temporada del Villa de Aranda, que luchará por no caer de nuevo.
Los blanquiazules han logrado lo imposible dando el primer paso de una temporada que han sabido reconducir. Por su parte los amarillos suman decepción tras decepción y se encaminan a lo inesperado.
Unos lucharán el ascenso, empresa nada sencilla con tres eilinatorias por delante, pero si los de El Montecillo quieren recuperar el lugar perdido en la categoría del bronce deberán mantener su gran estado de forma. Primero el domingo a las 18:00 horas cita ante el Numancia B con el objetivo de ganar antes del play off, como avisara De los Mozos, y certificar el subcampeonato. Un día después, el lunes 14 de mayo, el sorteo y acontinuación, esperemos, tres elimnatorias para certificar el ascenso el 24 de junio.
Los otros descontarán 120 minutos ante el Barcelona B, primero -este sábado- y Antequera, finalmente, -sábado 19 de mayo- para saberse equipo de Plata o no. Simplemente.
Dos trayectorias dispares que tienen a la capital ribereña y la comarca en vilo. Dos proyectos que preocupan positiva y negativamente al socio. Dos caminos hacía el éxito y la tranquilidad. Dos ilusiones que esperan terminar con la sensación mínima del deber cumplido.
