Sociedad
El final de ETA

17 años del asesinato de Manuel Giménez Abad

Como cada año, las Cortes de Aragón han rendido homenaje al que fue presidente del PP Aragón, Fue asesinado en 2001 cuando se dirigía a La Romareda junto a su hijo menor

Acto de homenaje a Manuel Giménez Abad / Pepe Lasmarías

Zaragoza

La disolución de ETA coincide  en Aragón con el homenaje que el parlamento regional rinde cada año a Manuel Giménez Abad, el presidente del PP Aragón que ETA asesinó en 2001. Este domingo se cumplen 17 años del crimen.  El acto de recuerdo se ha desarrollado en el Salón San Jorge. 

Su hijo mayor Manuel Giménez Larraz  ha comenzado su intervención elogiando el trabajo de la Fundación que lleva el nombre del político popular pero enseguida ha hablado de los motivos reales, ha dicho, de la disolución de la banda terrorista, que "no es el resultado de su propia voluntad, de su conversión espontánea a los medios de participación democrática" sino que "se debe al firme pulso que los demócratas hemos mantenido con ellos durante décadas, derramando sangre y muchas lágrimas de dolor, rabia e impotencia por el camino, un pulso en el que creo que ha sido fundamental la combinación de dos elementos: la unidad de las principales  fuerzas políticas de este país y la convicción de que la única vía para derrotar policial y políticamente a ETA era la aplicación decidida de todas las herramientas que tiene un estado de derecho". 

Giménez Larraz ha dicho que en estas fechas el recuerdo de su padre es complicado. Permanece en la memoria colectiva de los aragoneses. En su intervención apuntaba, además, que "seguiré defendiendo con convicción que solo el respeto absoluto a nuestro estado de derecho y a nuestros principios y valores  constitucionales puede conducirnos a la deslegitimación política de ETA  y a la prevalencia de nuestra democracia, y no podemos permitirnos ningún tipo de atajo". 

De hecho, ha hablado de la resistencia cívica de millones de ciudadanos en nuestro país y también ha dicho que a su padre lo mataron por unos valores que hay que defender y reflexionaba sobre el nacionalismo en su alocución. "Una lengua propia, una cultura común pueden ser motivo y orgullo pero no nos convierte en distintos y precisamente la enfatización de esas diferencias y la soberbia desmesurada por la pertenencia a una nación se sitúan en la raíz del nacionalismo excluyente que preconizaba violentamente ETA". 

Giménez Larraz ha contado que su hija mayor Candela pregunta por su abuelo  y que él torpemente trata de explicar lo que pasó pero, en la tarea de recordar los valores que dejó su padre se siente respaldado, ha dicho, por actos como el homenaje que se realiza cada año a su padre en las Cortes de Aragón. 

 
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