La hora de la verdad para la RGI

Bilbao

Entre la indignación por la sentencia de La Manada, el clima prefin de ETA y que se presentó un viernes antes de un puente, puede haber pasado desapercibido que ha legado la Cámara la reforma de la ley de la RGI.

Hablaremos de ella en los próximos meses porque contempla muchas e interesantes novedades, como la redefinición de la unidad de convivencia, nueva fórmula para determinar su cuantía, nuevo régimen sancionador que castiga también a colaboradores en el fraude, elimina la prestación complementaria de vivienda, introduce la huella digital ...y crea la Renta Garantizada para Pensionistas, de 784 euros al mes, 50 más que el actual complemento que cobran 15.000 pensionistas, y que, aunque solo sea por su nuevo nombre, llegará a más personas y posibles beneficiarios.

Siendo la ley tan trascendente, no lleva el sello del Gobierno, sino el de los partidos que lo sustentan. Según el Ejecutivo para agilizar su tramitación; según la oposición, para saltarse todos los procedimientos e informes obligatorios en una ley. El Gobierno, que ha promovido un debate de meses con el sector, que ha sido quien ha redactado la norma, a la hora de la verdad, se hace a un lado y renuncia a liderarlo. Lo mismo hizo con la reforma del autogobierno. Ceder el protagonismo a la Cámara, lo llaman. Y salir indemnes de los debates más espinosos.