Pardines, cuando ETA decidió matar

Bilbao

Esta tarde es el anuncio: en cosa de dos semanas ETA se disolverá (o el eufemismo que elija). Pasaremos página pronto, y será el turno de los historiadores, de contar lo que ha pasado, una tarea imprescindible, que no podemos dejar a relatores interesados.

Acabo de leer 'Pardines. Cuando ETA empezó a matar' sobre José Antonio Pardines, la primera víctima mortal de ETA, un desconocido para el 99 por ciento de los vascos, mientras su asesino Txabi Etxebarrieta, muerto horas después en un tiroteo con la Guardia Civil, es un mito, el primer mártir de la banda. El verdugo, el primer terrorista que decidió matar cuando tuvo otras opciones, venerado como víctima. Sin ninguna prueba se presentó su muerte como una ejecución extrajudicial y la muerte de Pardines como accidental, en un duelo en el que ganó el más rápido. El libro desmonta la leyenda y rescata a Pardines del olvido.

Por eso necesitamos más historiadores que investiguen y escriban la historia. Sin leyendas. Dice Jesus Casquete en el libro que la historia de la Primera Guerra Mundial se puede escribir de muchas maneras, pero ninguna empieza diciendo que Bélgica invadió Alemania.