Fernández Currás defiende una "diligencia exquisita" en la fusión de Caixa Galicia y Caixanova
La exconselleira asegura que "la fusión no fue causa" sino "consecuencia de la mala actuación de las cajas"
Santiago de Compostela
La exconselleira de Facenda de la Xunta de Galicia, Marta Fernández Currás, ha asegurado que la fusión de Caixa Galicia y Caixanova se realizó "con rigor, seriedad y diligencia exquisita", y que el proceso contó con la tutela del Banco de España, que amparó la operación. "Siempre fuimos de la mano del Banco de España", ha asegurado.
Durante su comparecencia ante la comisión que investiga la crisis financiera, el rescate bancario y la quiebra de las cajas de ahorro, Fernández Currás ha recordado que esta operación no encontró ni un sólo rechazo en la cámara parlamentaria regional.
Ha señalado que la Xunta acordó previamente con los grupos políticos tener una entidad en los que se respetaran "los criterios de solvencia y galleguidad", algo respaldado por la patronal y las tres principales centrales sindicales de la comunidad.
La que también fuera responsable de la Secretaría de Estado de Presupuestos con Cristóbal Montoro ha asegurado que el Banco de España "validó" las tesis de KPMG sobre la viabilidad de una fusión, posibilidad que ya habían explorado las propias entidades con informes "de parte", aunque contrastados, ha dicho, por la Xunta junto al Banco de España. Sin embargo, ha señalado que la segunda fase de la integración fue encargada a Deloitte y a Pricewaterhousecooper.
Además, ha señalado que, a su juicio, fue "sorprendente" que dos meses después de autorizarse la fusión se aprobara un decreto ley que endurecían las exigencias de provisiones y activos, lo que ha atribuido a "como mínimo, una descoordinación entre el Banco de España y el legislador", pues se les pedía "un salto al vacío" tras haber "sacrificado" en la operación capital principal.
La representante de En Marea en la comisión, Yolanda Díaz, ha criticado que KPMG no recomendaba una fusión, sino una absorción entre estas entidades, y que el propio gobernador de entonces, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, llegó a cuestionar la operación y que, según sus palabras, buscó convencer al actual presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, de que desistiera de la misma.