El Córdoba se complica la vida en un mal partido (2-1)
La derrota en Soria deja un sabor amargo por la imagen del equipo. No solo no se jugó bien. Faltaron ideas y concentración. A pesar de ello, la permanencia sigue siendo más que posible
![](https://cadenaser.com/resizer/v2/UGIHIIQAP5MGXCW3G5RNYVYSCU.jpg?auth=1200dc0bd08973652b47be3d8656c26f8a7f9f1b758c7dc600b03fd5d618361f&quality=70&width=650&height=365&smart=true)
Reyes, en el partido ante el Numancia / Córdoba CF
![Reyes, en el partido ante el Numancia](https://cadenaser.com/resizer/v2/UGIHIIQAP5MGXCW3G5RNYVYSCU.jpg?auth=1200dc0bd08973652b47be3d8656c26f8a7f9f1b758c7dc600b03fd5d618361f)
Córdoba
Está claro que no se podía ganar todo de aquí al final, pero la verdad es que la imagen que dejó el Córdoba en Soria recordó a tiempos pasados que no se quieren volver a ver. Se perdió con justicia ante un equipo que no tiene mucha mejor plantilla, pero que tiene clarísimo lo que debe hacer en su campo, donde solo tres equipos han conseguido llevarse la victoria.
Faltaron ideas, concentración defensiva y en algún momento, ganas. Estaba claro que alguna vez habría que perder y tocó en Soria, pero Sandoval haría bien en meter en cintura a un vestuario que por momentos, en Los Pajaritos, dio la sensación de falta de tensión.
El centro del campo apenas existió. Solo Edu Ramos defendió. El resto, solo ataque. Así es complicado. Aguado es un gran futbolista, pero defiende muy mal y se desordena tácticamente. Narváez pegado a la banda da la sensación de que se pierde bastante y Reyes no tuvo su mejor tarde.
Atrás, muy mal. Faltas de concentración que regalaron dos goles y pudieron caer algunos más de no ser por Kieszek
Y arriba, flojos también. Guardiola apenas tocó balón, pero lo cierto es que cuando lo hizo estrelló un balón en el palo.
En definitiva, derrota más que justa que complica un poco más el camino de la permanencia. Pero solo eso. Nada más que eso. El objetivo sigue ahí, es acanzable al 100% y lo que hay que hacer es recuperar cuanto antes el espíritu de las cuatro victorias consecutivas. Este equipo se ha ganado el derecho a creer en él. Quedan nueve finales y hay que seguir ganando como mínimo cinco de ellas.
Y se puede, claro que se puede.