La tasa de reciclaje en Gipuzkoa se sitúa en el 48,9%
La cifra se encuentra tan solo un punto por debajo del objetivo marcado para 2020
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Imagen de archivo de un vertedero. / IREKIA
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San Sebastián
Gipuzkoa generó en 2017 algo más de 324.000 toneladas de basura, de la que recogió de forma selectiva cerca de 172.000, es decir, prácticamente el 53%, lo que supuso un incremento del 2,8 % respecto al año anterior, aunque lo que recicló realmente fue el 48,9% y eso significó una mejora del 2,8%.
Esta tasa de reciclaje de residuos urbanos sitúa al territorio a poco más de un punto del objetivo del 50% fijado por Europa para el año 2020, que previsiblemente será alcanzado a lo largo de este 2018, según ha augurado el diputado foral de Medio Ambiente de Gipuzkoa, José Ignacio Asensio, en el balance del ejercicio pasado que ha ofrecido hoy en San Sebastián.
Asensio ha señalado que, con el buen nivel de reciclaje logrado y la tendencia positiva que se prevé, cuando entren en servicio las infraestructuras de tratamiento que se construyen en el complejo de Zubieta, entre ellas, la incineradora, dentro de aproximadamente año y medio, Gipuzkoa se colocará "al nivel de los países más avanzados de Europa" en esta materia.
Ha advertido de que la generación de basura subió un 0,7%, al pasar de 322.000 toneladas registradas en total en 2016 a 324.000 en 2017, hecho que el responsable foral ha atribuido al mayor consumo derivado de la mejora general de la situación económica.
No obstante, ha resaltado que "la concienciación, el compromiso y el esfuerzo" de los guipuzcoanos ha contrarrestado esa ligera subida, ya que en 2017 y por segundo año consecutivo, la recogida selectiva superó tanto en cantidad como en proporción a la fracción resto, la parte que no se recicla. Esta última fue de unas 152.000 toneladas, lo que representó el 47% del total, frente al 53% de la primera.
Del balance del ejercicio pasado, ha resaltado especialmente la mejora en la recogida separada de materia orgánica o biorresiduo, del que se recolectaron algo más de 47.000 toneladas, lo que supuso el 14,5% del total y un 10,7% más que en 2016.
Estas cifras confirman, a juicio de Asensio, que "el abandono" del sistema de recogida puerta a puerta en muchos municipios y su sustitución por "métodos de recogida selectiva más cómodos", ha dado "buen resultado" y "demuestra la eficacia del quinto contenedor".
Ha destacado también "los muy positivos datos" de la recogida de envases ligeros, que sumó 20.600 toneladas, lo que significó un incremento del 11,9% respecto a 2016; así como la del papel y cartón, fracción de la que se recopilaron algo más de 42.600 toneladas y creció un 2,5%.
Se recogieron además cerca de 26.300 toneladas de vidrio (un 0,6% más); casi 5.900 toneladas de voluminosos (8,6% más); y unas 3.600 de textiles (-8,6%); aunque bajó a 419 toneladas la recogida de aceite de cocina (-24,1% menos) y a 91 toneladas la de pilas (-14,2%).
Con esa recogida separada, las tasas de reciclaje que se obtuvieron de las distintas fracciones fueron del 78 % en el vidrio (frente al 77,3% de 2016); el 75,4% en el papel y cartón (71,9%); el 62,8% en envases (54,1%); y el 40,1% en el biorresiduo (36%).
Por mancomunidades, los incrementos producidos en la recogida selectiva de basuras se dieron en todas, salvo en las de Urola Kosta y Debagoiena, donde bajaron el 1,3 y el 0,9%, respectivamente, si bien la tasa de la comarca del Alto Deba quedó en el 78,7%, la mayor del territorio.
Por encima de la media general del 53% se situaron también las mancomunidades de Sasieta, con una recogida selectiva del 70,4%; Tolosaldea, con el 65,4%; y Urola Erdia, con el 58,8%; mientras que las que concentran más población, San Markos y Txingudi, concluyeron 2017 con tasas del 46,9% y 48,2%, respectivamente.