Vida Láctea, teoría y práctica de la artesanía del queso

León

Sofisticados equipos de iluminación y refrigeración están al servicio del derivado lácteo más auténtico. Los quesos que vende Vida Láctea están rodeados de mimos. Miguel Ángel Álvarez Sánchez busca, por los lugares más recónditos de Europa, solo productos naturales y procesados por la mano humana, lejos de la masiva industrialización. Una vez localizados, también en la provincia como es el caso de Ardón, Toral de los Guzmanes o Matadeón de los Oteros, los coloca en las maderas nobles que combinan a la perfección con la tecnología más vanguardista para conservarlos de modo óptimo. Las dudas, ante la amplia oferta desplegada se disipan pronto. Miguel Ángel está dispuesto a ilustrar, con gran magisterio, sobre cada detalle: sabor, permanencia, textura, contenido..., y además, hay que probarlo, porque según el empresario, el contacto es fundamental.

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En Vida Láctea están empeñados en acercarse a todos los paladares, disponen de más de 60 variedades de este alimento proteico, rico en ácido linolénico y linoleico, en esfingolípidos, vitaminas A y D, y en minerales como el calcio y el fósforo. Esta singular propuesta de negocio, única en la provincia, ha dispuesto un entramado basado en tienda, zona de degustación y sala de catas, salpicada de esmerados detalles, bien nutrida y con diversas actividades, que siempre tienen en el queso su protagonista esencial. No falta la alianza con los buenos vinos y cervezas. Pero la idea no finaliza con esta alternativa, el emprendedor matrimonio, Miguel Ángel y Ana, sigue creciendo con proyectos como el diseño de mesas de quesos para bodas y eventos, la tienda online, que en breve llegara a la red, o el club de amigos de Vida Láctea, la quintaesencia de la calidad, porque indudablemente, “volver al origen no es retroceder”.