El camino de baldosas amarillas
A Coruña
Tres victorias consecutivas y una exhibición de treinta minutos en una cancha tan complicada como el Pabellón de los Deportes Javier Imbroda de Melilla nos hacen pensar, otra vez, que el Leyma Coruña puede luchar contra los grandes. Y no sé si fiarme,ya que el conjunto coruñés ha dado varios bandazos a lo largo de la temporada que nos han llevado del pesimismo al optimismo, de la desesperación a la ilusión.
Después de un nefasto primer cuarto (derrota por 21-11 con un paupérrimo 3/17 en lanzamientos de campo), Gustavo Aranzana desempolvó su libreto táctico para desnudar a un indolente Baloncesto Melilla, dirigido por Alejandro Alcoba. Diferentes variantes defensivas (zona 3-2 con Jonathan Gilling en la punto, zona 2-3, defensa individual con cambios y ayudas constantes, etc.) y un mayor punto de energía y concentración cortocircuitaron el desordenado ataque del equipo norteafricano, que acusó en exceso el mal rendimiento de su timón, un Dani Rodríguez que jugó mermado debido a las molestias físicas que ha padecido las últimas semanas (y que ya le ha costado dos derrotas).
Jorge Sanz y Zach Monaghan, en un ejercicio de madurez desacostumbrado, dominaron el tempo de partido a su antojo. La circulación de balón fue algo más que notable, la toma de decisiones rozó la perfección. Entre ambos bases sumaron 21 pases de canasta por tan sólo 2 pérdidas de balón.
Pero a la maestría del técnico pucelano y a la solidez de los dos directores de juego hay que sumar más buenas noticias. Por fin Hernández-Sonseca ha dado el nivel esperado y empieza a justificar su fichaje. Parece que las molestias físicas van remitiendo y el pívot madrileño empieza a encontrarse cómodo sobre el parqué, donde sabemos que si esta sano es todavía un factor diferencial en esta LEB Oro. Ya la jornada anterior había sido decisivo para doblegar al Cáceres Patrimonio de la Humanidad y este fin de semana firmó su mejor actuación del curso con el uniforme naranja (17 puntos, 6 rebotes y 24 créditos de valoración). En Sonseca, Monaghan ha encontrado a un nuevo socio.
Pero volvamos con el mago de Illinois. Zach Monaghan parece haber llegado al punto de excelencia que todos esperábamos desde hace un par de temporadas (y, suerte la nuestra, que ha sido en las filas del Leyma). Lo cierto es que lo nuestro con Zach fue amor a primera vista pero, al menos por lo que a mí respecta, siempre le he exigido el paso adelante que parece haber dado los últimos meses.
Monaghan se ha convertido en el líder del Leyma Coruña en la cancha. El base h ido mejorando su aportación jornada a jornada. Su actitud defensiva ha mejorado, sus selección y porcentajes de tiro también, ha progresado en su ya de por sí excelente lectura de juego, ha encontrado nuevos socios (Chuku y Sonseca se suman a su mejor aliado, Olmos) y, lo que es más importante, ha olvidado sus desavenencias con los colegiados, logo que llegó a ser para él una obsesión y que tanta factura le pasó hace unos meses. Zach juega ahora más centrado, focalizando sus esfuerzos en dirigir. sus compañeros y anotar, cada vez más, cada vez mejor. Si no, echa un ojo a sus números:
-Zach Monaghan en las últimas nueve jornadas: 15'6 puntos, 5'9 asistencias, 19'2 créditos de valoración, 3 triples anotados por partido con un 50% de acierto.
-Zach Monaghan en las últimas seis jornadas: 16'8 puntos, 6'5 asistencias, 20 créditos de valoración, 3'3 triples anotados por partido con un 55'5% de acierto.
-Zach Monaghan en las últimas tres jornadas: 18'7 puntos, 8'3 asistencias, 23'7 créditos de valoración, 4'3 triples anotados por partido con un 54'2% de acierto.
Como antes demostraron en este club Beqa Burjanadze o Dago Peña, Zach Monaghan está exhibiendo un nivel que a buen seguro lo catapultará a una liga superior (olvidemos su quizá precipitada y fallida experiencia belga) este verano. Mientras tanto disfrutemos con sus evoluciones y esperemos se convierta en el camino de baldosas amarillas que nos guíe (a nosotros, seamos Dorothys, espantapájaros, hombres de hojalata o leones) hasta los "play-Oz".