El Liceo de Barcelona desborda su pasión por el carnaval de Cádiz
La segunda edición de esta experiencia en Cataluña vuelve a triunfar y llama ya a la tercera
Cádiz
Emoción, risas, ovaciones. Tangos que hacían historia, parodias que debutaban, pasodobles de pellizco, cuplés para reír aún más alto. La segunda vez que el Carnaval de Cádiz llegaba al Teatro Liceo de Barcelona volvió a escenificar la pasión por la fiesta gaditana en Cataluña. Lleno absoluto de un publico que se volcó para apoyar al coro Don Taratachín, al cuarteto El Equipo a minúscula, a la chirigota Qué caló y a la comparsa Los Prisioneros.
La tarde había comenzado con el gran ambiente de un público que entraba al Liceo dispuesto a pasárselo en grande. Ana y Mónica, una gaditana y su amiga catalana, ambas residentes en Figueres, entraron al teatro disfrazadas y emocionadas. "Vivimos el carnaval con gran intensidad, vemos la final hasta la madrugada, y no podíamos faltar". Ellas ya estuvieron cuando el carnaval de Cádiz llegó el año pasado al Liceo por primera vez gracias al Fundación Andacat.
El año pasado no pudieron, pero este sí. Los miembros de la peña cadista 'Per sempre Cádiz" entraron en el Liceo con la bufanda amarilla y azul, ansiosos de escuchar las coplas del Carnaval Cádiz. Francisco, de Barbate, pero ausente de su tierra en los últimos 40 años, y socio de esta peña cadista, estaba emocionado. "Es algo muy bonito poder disfrutar de un pedazo de Cádiz en Barcelona".
La mayoría del público, como pudieron comprobar los presentadores Modesto Barragán y Manolo Casal cuando les instaron a identificarse levantando las manos, eran de origen gaditano o andaluz. Emigrantes, en su mayoría, que, desde el primer momento, aplaudieron entregados cada copla, cada chiste, cada estribillo. Y al que no bailaba cuando lo pedía la agrupación le reprochaban de forma coreada. "Este no es de Cádiz, es Paterna". No faltaron en el Liceo gritos propios del Falla: "La que estáis formando, chiquillo".
La primera actuación fue la del coro Don Taratachín. El coro tuvo el honor y el lujo de ofrecer el primer tango de carnaval que suena en el Liceo. "Y eso ya no nos lo podrá quitar nadie", dijo Julio Pardo, el autor, muy emocionado en una alocución tras la presentación. El coro interpretó su repertorio, merecedor del cuarto premio de este año, y cantó también alguna letra de otros años. El público les seguía entregado y pidieron incluso más bises. Sus componentes salieron con brillo en los ojos, entre abrazos. "Ha sido muy emocionante, de lo más bonito que he vivido", contó a la SER, Andrés Cruz, encargado de la percusión, quien se llevó, además, la sorpresa de que su familia había venido a verle sin él saberlo.
El cuarteto de Morera, El equipo a minúscula Comando Caleti, primer premio en el Falla, triunfó desde su salida al escenario. Interpretaron su parodia con el Gadita, con su coreado 'Tú no eres de Cádiz', también aclamado en el Liceo, y el Trinchera, con su celebrado 'Don Antonio', que tanto ha calado entre los aficionados. Para entonces, el cantante Antonio Orozco había entrado ya en el Liceo y asistió desternillado a la actuación del cuarteto. Todo el Liceo coreó el estribillo y sus componentes salieron también ovacionados. Se llegaba al descanso y el público no daba síntoma de cansancio. Todo lo contrario.
En el descanso, comparecieron los responsables de la Fundación Andacat junto con las administraciones que han apoyado esta presencia del carnaval gaditano en el Liceo: la Diputación de Barcelona y los ayuntamientos de Barcelona y Cádiz. El responsable de Cultura de la Diputación de Barcelona, Juanjo Puigcorbé, anunció que ya se está trabajando en la tercera presencia del carnaval gaditano en el Liceo y añadió una novedad: que se quiere que haya agrupaciones callejeras en las Ramblas.
La chirigota del Canijo de Carmona, Qué caló, retomó la fiesta por todo lo alto. Sus pasodobles y cuplés fueron aclamados, pero sus momentos de mayor gloria los logró en el popurrí. Especialmente el momento en el que hicieron alusión a la escasa duración de la república catalana. La chirigota, literalmente, hizo bailar después a todo el Liceo. "Esto no lo olvidaremos en toda nuestra puñetera vida", agradeció un emocionado Canijo. La chirigota remató su actuación con el pasodoble de 'Contigo aprendí' dedicado a las similitudes entre el pueblo catalán y el andaluz.
Y el final le correspondió a la comparsa Los Prisioneros, que arrancó, tras su presentación, con el pasodoble escrito por el Chapa contra las banderas. El público lo ovacionó de pie. El derroche de voces de la agrupación y la calidad de sus letras impresionó en el Liceo. Además cantaron también la presentación y un pasodoble de Los Equilibristas.
Al final, todas las agrupaciones subieron al escenario para cantar, todos juntos, público incluido, Los duros antiguos. La foto final sirvió para sellar otro éxito, otro triunfo de la fiesta gaditana ante un público que llamó la atención por su máximo respeto y cariño a cada una de las agrupaciones, desde el final al principio. "Ojalá viviéramos esto en el Falla", reconocieron algunos autores y componentes al final. La emoción, ya desbordada, se trasladó a los exteriores del teatro.