El astillero de Granadilla empezará a funcionar con solo medio dique al hundirse el resto de la estructura
La empresa Palumbo ha inciado un proceso judicial para determinar las responsabilidades y exigir una compensación por la sección que nunca llegó a puerto
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Vista del puerto industrial de Granadilla en la isla de Tenerife, inaugurado hoy por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. EFE / Cristóbal García (EFE)
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Santa Cruz de Tenerife
El astillero del recién inaugurado Puerto de Granadilla, propiedad de la empresa Palumbo Tenerife Shipyard, empezará a funcionar con solo la mitad del dique flotante comprado en EEUU para instalarlo en el muelle sureño. ¿El motivo? Que la otra mitad se hundió en el océano cuando era transportada hasta la Isla por el remolcador liberiano De Zhou. La plataforma sobre la que venía esta sección de la estructura se soltó y acabó perdiéndose irrevocablemente.
Este incidente hizo que el remolcador fuera retenido en Tenerife al dejar la primera parte del dique en el muelle granadillero el día de Reyes. Sin embargo, más tarde se levantó el embargo y el buque se marchó de la Isla, según han confirmado fuentes de Palumbo.
La empresa italiana ha iniciado ahora un proceso judicial para dirimir las responsabilidades y reclamar el coste de la parte del dique flotante que se ha perdido. Pero ha decidido iniciar su actividad de reparaciones navales con la sección que llegó a Granadilla el 6 de enero, que deberá ser adaptada. En todo caso, la falta de la mitad de la estructura limitará la capacidad de reparar buques en los astilleros del Sur de Tenerife a Palumbo, a quien la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife ha concedido la concesión para la reparación de buques.
La sección hundida era era un gigante de 80.000 toneladas, medía 270 m de eslora y 78 m de manga y había sido construida en 1967.
La travesía de la estructura del dique flotante fue un viaje malhadado desde el principio. Partió desde EEUU en septiembre del año pasado, pero los huracanes obligaron al remolcador De Zhou a refugiarse en diferentes puertos, entre ellos el de Trinidad y Tobago.
Propiedad de Huntington Ingalls Industries (HII), estaba en desuso desde 2014, cuando cerró el astillero Avondale, situado en el río Misisipi.