"¿Y la juventud? En el ataúd"
Escucha el 'micromentario' de los lunes en Hoy por hoy del catedrático de Literatura, Pepe Belmonte
Pepe Belmonte interviene cada lunes con su 'micromentario' en Hoy por hoy. / Cadena SER
Murcia
"¿Y la juventud? En el ataúd"
Micromentario / Pepe Belmonte (05-03-18)
02:28
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A estas alturas, después de que la sociedad civil haya tomado conciencia de ello y se lo haya explicado a los políticos, todos sabemos cuáles son los principales problemas que acucian a nuestra región, y no haría falta repetirlos: la llegada del AVE, la regeneración del Mar Menor, que muere como un enfermo abandonado a su suerte, la puesta en marcha, de una vez por todas, del aeropuerto...
Eso en cuanto a los asuntos más mediáticos, los que aparecen con frecuencia en los medios de comunicación. Hay otros aspectos no menores que deberíamos tener muy presentes, como la ley de dependencia, nuestro alto índice de fracaso escolar o nuestro bajo nivel cultural, a la cola de todas las regiones de España.
Pese a la gravedad de todo lo expuesto, estos días nos hemos desayunado con otra cuestión que no le va a la zaga, algo que debería solucionarse antes, incluso, que todo eso que hemos calificado de urgente.
Acabamos de saber que cuatro de cada diez niños de la Región de Murcia –han oído ustedes bien: cuatro de cada diez, es decir, un cuarenta por ciento– se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social. Y así, con esa claridad y con esa contundencia –duela a quien duela- lo expresa un informe de carácter científico elaborado por UNICEF, institución que merece todo el crédito del mundo.
120 mil niños de la Región de Murcia viven en esa situación de vulnerabilidad, lo que supone ponernos a la cabeza –como en tantas otras cosas desagradables- del resto de la nación y, ya de paso, para completar este sainete de carácter dramático, de toda la Unión Europea.
Me imagino que una de las personas responsables de este desaguisado, la ilustre Noelia Arroyo, andará como loca preguntando quién ha hecho el maldito informe. Es decir, una vez más, cargándose al mensajero, que es quien tiene la culpa. Y no es eso, querida consejera. Póngase usted a trabajar y hable menos, porque esos chiquillos, aunque quizá no lo sepa, son nuestro futuro. No deje que se haga realidad aquel famoso poema de Miguel Hernández, al que usted nunca ha leído, cuyos primeros versos decían:
“La vejez en los pueblos/ El corazón sin dueño/El amor sin objeto/La hierba, el polvo, el cuervo/ ¿Y la juventud?/ En el ataúd”.
Pepe Belmonte
