Todo para los pueblos, pero sin los pueblos
Los alcaldes de diferentes localidades de Aragón se quejan de que viven a espaldas de los debates sobre políticas contra el abandono de los municipios pequeños. Quieren que su voz y sus inquietudes se escuchen y se tenga en cuenta
Entorno de la laguna de Gallocanta / CADENA SER
Zaragoza
Contra la despoblación de los pueblos, pero sin los pueblos. Bordeando una paráfrasis del Despotismo Ilustrado francés, algunos de los alcaldes de los pequeños municipios de Aragón se sienten ninguneados en los debates y en la toma de decisiones, más aún cuando parece que empieza a ser un término constante en los discursos políticos. Y vamos a entrar en contexto, por ejemplo, ayer El Presidente Rajoy en Zaragoza, sobre la reforma de la financiación autonómica ya anunció que "tendrá en cuenta criterios de despoblación y dispersión". Y sin ir tampoco muy lejos, la Ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina en el Congreso, sobre la modernización de regadíos también aseguró que también tendrán en cuenta los criterios de despoblación para subvencionar proyectos.
Y mientras esto pasa, en los pequeños municipios consideran que el debate sobre la España vacía se produce de espaldas al medio rural y que, en la práctica, no existe ninguna línea efectiva de actuación que llegue a los pueblos. Aseguran que no tienen ni voz ni voto en los foros sobre el abandono del medio rural.
Conferencias de presidentes, líneas de actuación de la Unión Europea, ferias sobre despoblación... En muchos ámbitos, toca hablar del abandono rural, pero ¿realmente sirve para dinamizar los pueblos?. "Lo que pienso es que no hacen más que hablar y a la hora de la realidad ninguno mete el hombro", afirma Macario Melero, alcalde de Alcalá de Moncayo. En Trasmoz hay 80 habitantes. Su alcalde, Jesús Andía, se muestra sorprendido de que se hable de la despoblación sin contar con el mundo rural: "No se ve. Todo ese dinero y esas reuniones se gestiona en grandes ciudades y donde tienen que venir a preguntarnos es a los pueblos para que les contemos cuáles son nuestras necesidades", dice Andía. "no están sirvendo para mucho a la hora de motivar a las personas para que vengan a nuestros pueblos", añade el alcalde de Añón, José María Vijuesca, aludiendo que las líneas de actuación que se fijan para frenar la despoblación son más una declaración de intenciones que un plan efectivo de repoblación.
En Urriés tienen miedo a desaparecer. Los vecinos lo tienen claro, si las políticas contra la despoblación no avanzan su final está en 10 años. Propuestas no les faltan, pero insisten en que el cambio fundamental debe darse en los propios vecinos, valorar vivir en el pueblo como una alternativa real. El alcalde Armando Soria reconoce que están preocupados, porque si las políticas para frenar la despoblación no son efectivas el final de Urriés está en 10 años.
Que las carreteras son un pilar fundamental en la lucha contra la despoblación es algo que escuchamos una y otra vez. En la Comarca de Calatayud el año pasado comenzaron las esperadísimas obras de reparación de la carretera A202 hasta el Monasterio de Piedra. Sin embargo, esa carretera continúa 13 kilómetros más hasta Guadalajara y los vecinos de esa zona también demandan mejoras en sus comunicaciones.
La comarca de Calatayud no termina en el Monasterio de Piedra; continúa y lo hace hasta municipios como Llumes, Cimballa o Campillo de Aragón. Desde 2016, con varias quejas al justicia y peticiones a la DGA solicitan que su tramo de carretera también necesita una mejora. "El pavimento está destrozado, hay baches sin conocimiento..:Están hablando de la despoblación y no nos hacen ni caso. Si no eres del partido, ni te escuchan". relata José Antonio Alonso, teniente de Alcalde de Campillo de Aragón.
