Las vistas de Cuenca desde el fortín de la guerra civil del cerro del Socorro

Cuenca

Una de las ventajas de vivir en una ciudad pequeña como Cuenca y enclavada en medio de los pinos, a las puertas de un Parque Natural, es que en pocos minutos podemos estar en medio del campo. Esta semana, en Hoy por Hoy Cuenca, en el espacio Nos vamos de excursión, nuestro guía Fernando Carreras de la empresa EcoExperience, nos sugiere subir al cerro del Socorro para descubrir los restos de un antiguo fortín y contemplar las increíbles vistas sobre la ciudad de Cuenca.

Recomendamos hacer la ruta a pie por el sendero que sale desde el Parador de Turismo y que encontraremos marcado con las señales del GR66. En una excursión anterior ya subimos por aquí hasta el cerro del Socorro. “Seguiremos el camino pasando la zona de rocas y dejando atrás la ciudad de Cuenca”, explica Fernando Carreras. “Subimos por la zona del camino que sigue el vía crucis y veremos a lo lejos la imagen del Sagrado Corazón de Jesús. A la izquierda el camino se bifurca en una senda más pequeña que indica hacía la casa rural Miralbueno. Por ahí debemos seguir”.

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Llegará un momento en el que el sendero se cruza con la carretera que hacía el monumento del Sagrado Corazón. “Hay un punto en la carretera en el que vemos una curva muy pronunciada, y en ese mismo punto veremos que hacia la parte alta sale un senderito que sube por la ladera”, nos indica Fernando el camino a seguir. Si deciden subir en coche, podrán hacerlo por la carretera que trepa hasta el cerro del Socorro desde la carretera de Palomera.

Seguimos el ascenso por esa senda hasta la parte alta desde la que ya se ve el fortín de la guerra civil, también llamado de Mirabueno o del cerro del Socorro. Era este un punto estratégico en la defensa de la ciudad de Cuenca. La edificación está ubicada en un punto bastante bien camuflado, pero desde ese lugar se puede ver la ciudad. “Mucha gente llama también a esta construcción el “blocao”, que proviene de la palabra “Blockhouse”: pequeña fortificación de planta cuadrada, que generalmente consiste en una o más habitaciones con aspilleras, lo que permite a sus defensores disparar en varias direcciones”.

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Se sorprenderá el visitante de la rigidez de los muros, de la forma cuadrada del edificio, de los huecos para las armas, hasta del lugar donde se ubica. “En las paredes se pueden ver todavía marcas realizadas en el cemento de las mismas, entre ellas, una de la CNT (Confederación Nacional del Trabajo) y otra de la FAI (Federación Anarquista Ibérica), además de la fecha 1936, que es el año en el que comenzó la construcción del blocao”.

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Y todo frente a unas vistas espectaculares de la ciudad antiguo de Cuenca y de la hoz del Huécar y en plena naturaleza: “La zona, pese a estar tan cerca de la ciudad, es un bosque totalmente natural, en el que encontramos pinos, encinas, robles y una gran variedad de arbustos como espino albar, rosal silvestre, aliagas,... Tampoco es difícil observar en esta zona alguna huella de zorros, corzos e incluso hozaduras de jabalís, que estos días levantan el terreno para sacar raíces de las zonas húmedas donde han caído las nieves”.