Elefantes, cómo hemos cambiado

Fuenlabrada

Grupo de rock de libro, vozguitarrabajobatería, así todo junto, Elefantes lleva una década innovando, jugando con el pop-rock más efectivo con incursiones por músicas del mundo y letras nacidas en lo más profundo del alma. Y para celebrarlo publican ‘La primera luz del día’, que llevan ya tres meses pregonando con el single ‘Cada vez’. Vayamos a un viaje apasionante por un grupo que cualquiera desea en su colección discográfica.

En 1998 publicaban ‘El hombre pez’, un disco heredero de un EP dos años anterior que les sirvió para ir de sala en sala, sobre todo en Barcelona, buscando su lugar. El tema ‘Más que tú a yo’ es buen ejemplo de la espiritualidad inicial y la potencia y visceralidad final que desarrollaban. Pero su primer éxito llegó en 2000 con ‘Azul’.

No es ninguna broma que un maestro como Enrique Bunbury esté detrás de la producción del disco. De momento el salto nacional estaba siendo tímido, pero las giras y actuaciones empezaban a tomar vuelo. Era el caldo perfecto para que en 2003 se cociera el magnífico ‘La forma de mover tus manos’.

Menos potentes en su rock pero con unas letras mucho más perfiladas por un Shuarma que se había convertido en característica fundamental, visual y sonoramente, del grupo, temas como ‘Me falta el aliento’ se radiaban a diario. Poco a poco iban calando y escalando en las listas gracias a temas como ‘Que yo no lo sabía’.

Encontrar la fórmula no es fácil, pero Elefantes la encontró. En 2005 publicaban ‘Somos nubes blancas’, álbum en el que mantenían esa línea pop-rock pero con particularidades muy reconocibles que al primer acorde se identificaban en canciones como ‘Al olvido’.

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Y sí, los temas sonaban muy bien, seguían cosechando éxitos… Pero algo fallaba. La inquietud de los músicos les hizo reconocer que no tenían nada nuevo que defender como grupo, y con honestidad decidieron dejarlo un tiempo. Por eso vamos a recuperar dos temas de la carrera en solitario de Shuarma, que se extendió hasta 2012 con temas un poco más introspectivos, pero también planos, como‘Te esperaré’ y ‘Tú’.

E igual que se fueron, volvieron. Cuando los barceloneses se reunieron descubrieron que sí, que tenían todavía chispa y que el parón y los trabajos individuales les habían venido fenomenal. Así tejieron ‘El rinoceronte’, un disco con el que regresaban a su ser pero con una música mucho más profunda. ‘Escuchar al viento’ fue uno de los singles.

Pero llegamos al final de este camino y, antes de conocer todos los detalles de su nuevo disco, nos despedimos con el que hasta ahora era el último, ‘Nueve canciones de amor y una de esperanza’, que se presentó con una joya de nuestra canción, el‘Te quiero’ de Perales, en versión de los propios Elefantes junto a Love of Lesbian y Sidonie.