Los Water Closet ganan el concurso de murgas de Badajoz

Los Mirinda arrancan la noche con fuerza

Los encargados de inaugurar la gran final echaron el resto. Los Mirinda presentaron sobre el escenario del López de Ayala una actuación llena de fuerza y que sorprendió desde el inicio.

Cambiaron una parte de la presentación. La madre de Rufino esta vez no le preparó un Nesquick, sino un DIC. El bajo eléctrico volvió a llenar una presentación notable que sirvió de preludio a dos pasodobles de nota. En el primero cantaron a la separación de Cataluña y en el segundo repasaron los mejores momentos de esta murga, que se ha convertido en una de las favoritas del público. El popurrí levantó las palmas del teatro, especialmente con “la conga de Rufino, el separado”, una de las letras favoritas de este Carnaval.

Los 3W cargan contra el impuesto de sucesiones

Son una de las murgas preferidas por el público del López y se notó en el teatro. Los seguidores de Los 3W les apoyaron con sus palmas en la noche de la gran final.

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Los oliventinos cambiaron los dos pasodobles y los dos cuplés. En el primero cantaron a las murgas que se suben a las tablas del teatro y en el segundo brillaron con una letra especialmente crítica con el impuesto de sucesiones, contra el que también cargaron en el primer cuplé. Los puntos del popurrí ya se conocían de memoria en el teatro. Se fueron ovacionados.

Dakipakasa luce voces

Con permiso de Las Chimixurris y Al Maridi, las de Dakipakasa son las mejores voces del concurso. Ellas fueron su mejor argumento en la noche de la gran final.

Lucieron especialmente en dos pasodobles redondos y finos. En el primero le cantaron al padre Manolo, el párroco del Cerro de Reyes, y a los 20 años de la riada que asoló este barrio pacense. En el segundo, muy emocionante, contaron la historia de los padres del letrista del grupo, Juan Carlos Del Álamo. Los cuplés no fueron su punto fuerte, pero Dakipakasa volvió a crecer en el popurrí y en la despedida.

Al Maridi hace un conjuro carnavalero

Los chamanes del Carnaval 2018 volvieron a demostrar que son completísimos. Tienen unas guitarras envidiables, una música excelente y unas voces sobresalientes. Escuchar a Al Maridi es una delicia en cada pase.

En el primer pasodoble cantaron al acoso que sufre un profesor de escuela por parte de un alumno. Se lucieron en el segundo pasodoble, una lección de crítica local para escuchar una y otra vez. Su estribillo (“Echamán”) es uno de los que más se cantarán en las calles este Carnaval.

Marwan desentierra el pasado

Su estilo es Dakipakasa, cantaron en las semifinales, y en su tercer pase del concurso volvieron a demostrarlo. Marwan es una murga “seria”, de las de pocas risas y mucho sentimiento.

Gustó mucho su primer pasodoble, en el que cantaron a los recuerdos del Badajoz antiguo. En el segundo rindieron homenaje a las murgas veteranas y nombraron a Ad Libitum, El nombre da igual o Jarana. Fueron la sorpresa de la final y cumplieron.

Los Jediondos arrasan a base de cuplés

No habían aparecido en el escenario y ya habían despertado las risas del público. Se presentaron con unas maletas porque se iban a La Covatilla, pero las murgas y las comparsas se lo impidieron. Menos mal, porque no nos imaginamos este Carnaval sin Agustín Alegre.

En los pasodobles descubrimos a la familia de Los Jediondos. En el primero hablaron de la novia y en el segundo de la madre y sus tuper de comida. Pero donde pusieron toda la carne en el asador fue en los cuplés, probablemente la mejor tanda del concurso. En el primero tocaron el tren digno y la manifestación de Madrid, y en el segundo remataron enseñando la nueva camiseta carnavalera del Badajoz. Los Jediondos son el personaje del Carnaval.

Las Chimixurris afinan más que nunca

Las voces de estas músicas callejeras brillaron más que nunca en su tercer pase. Afinadas y perfectamente coordinadas, Las Chimixurris volvieron a dar el do de pecho.

La música de sus pasodobles puede ser la mejor del concurso. En el primero cantaron a las críticas que recibieron al festejar su pase a la final. En el segundo recordaron a las mujeres víctimas de violencia de género. En los cuplés se acordaron del impuesto de sucesiones y de cómo ha cambiado San Francisco a lo largo de los años. Este año, Las Chimixurris son las dueñas de esta plaza.

Los Water hacen milagros

Levantar a un teatro a las tres de la madrugada es todo un milagro. Los Water Closet y su tipo de Dios lo consiguieron en la gran final del viernes.

Arrancaron con Jesús y su inseparable patinete en el escenario, y así despertaron al público. En el primer pasodoble cantaron al respeto entre Semana Santa y Carnaval, y en el segundo se acordaron de los ángeles de la guarda que hay en el día a día. Remataron con un cuplé divertidísimo sobre los patos del Guadiana. Las letras del popurrí ya se cantan en la calle. Los Water están divinos.