Siguen haciendo trampas

León

Las grandes empresas españolas que se enriquecieron con el comercio del suelo y con la obra pública son las mismas que ahora engordan sus cuentas con la gestión de los servicios que las instituciones sacan a concurso público.

La mayoría aparecen implicadas en los casos de corrupción que todos conocemos - léase Gürtel o Púnica, entre otros- acusados de cometer delitos de soborno, pagos en negro, amaño de contratos o facturas infladas.

Sin salir de nuestra provincia, con las instituciones en manos del Partido Popular, empresas filiales de aquellas están acaparando la casi totalidad de las adjudicaciones de servicios que ofrecen ayuntamientos, diputación o consejerías del gobierno de la comunidad autónoma.

Los mismos que están pendientes de juicio por delitos tan graves como los enunciados, son los mismos que con dinero público se ocupan de cuidar a nuestros mayores en sus casas o en centros residenciales. Los que recogen y tratan las basuras provinciales y las depuradoras de las aguas residuales. Quienes limpian hospitales, centros de salud y centros de enseñanza públicos. Y los mismos que cuidan del agua que llega a nuestras casas.

Total, decenas de millones que bailan de nuevo el mismo sospechoso baile que ha llenado los juzgados españoles de procesos penales con centenares de acusados.

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Que sepamos la empresa de alimentación Serunión, que acaba de ganar la gestión de la cafetería del Complejo Hospitalario de León no tiene causas penales. Sin embargo, su historial de descontrol sanitario es poco recomendable. Entre otras incidencias, la aparición de gusanos en diversos alimentos de comedores escolares de León, Alicante, Andalucía o Galicia no le impiden seguir sumando concursos públicos.

Hay méritos que están escondidos debajo de las alfombras.