'No se trata de cuotas'
Esperanza Morillo, directora de Comunicación Atlantic Copper
Huelva
'No se trata de cuotas'
Si algo hemos sacado en claro de la última Gala de los Premios Goya, celebrada el pasado sábado 3 de febrero, más allá del tan comentado guion y de los conductores del evento, es que la brecha de género en el ámbito profesional ya no es un espejismo. Existe y se está visibilizando cada vez más, sobre todo en determinados sectores que tienen la capacidad de llegar a las masas, porque cuentan con importantes portavoces que se encargan de repetir el mensaje en sus apariciones públicas. Es ahora cuando surge el afán de tachar de feminista a quienes luchan por sacar a la palestra esas desigualdades entre hombres y mujeres en el entorno laboral.
Pero, si bien es cierto que las cifras no son lo más importante, sí ayudan a dimensionar la realidad que se aborda. Así, según un estudio de la Asociación de Cineastas CIMA, en las más de 30 ediciones de los mencionados premios del cine español, solo hay un 21,6% de mujeres nominadas, obviando las categorías ya divididas por género. De hecho, del total de Goyas entregados en su historia, solo el 20,16% ha ido a parar a manos de una mujer. Si estos galardones premian a lo mejor de nuestro cine, me cuesta trabajo pensar que esa cifra retrate ciertamente la realidad. Y no hablo de cuotas, sino de talento.
Por otro lado, de los 154 largometrajes candidatos a ser nominados en los Goya 2017, solo un 16% fueron dirigidos por mujeres, quienes también encuentran un gran hándicap a la hora de conseguir financiación. En los últimos años, por cada 6,5 euros públicos que han ido a una película dirigida por una mujer, 10 euros han ido a una con dirección masculina. No hablo de cuotas, sino de equidad en el reparto.
Poner de relieve estas cifras es fundamental para combatirlas, ya que la visibilización conduce, con el tiempo, a la normalización. En el caso de la actividad industrial, por ejemplo, esta ha sido un sector tradicionalmente masculino, pero, afortunadamente, esta situación está cambiando y cada vez son más las mujeres que desarrollan en ella su carrera profesional. Si hablo concretamente de las empresas pertenecientes a la Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas de Huelva, Aiqbe, el total del empleo directo femenino actual ronda ya, o todavía, el 10% y, curiosamente, más del 50% ocupa puestos de responsabilidad. No hablo de cuotas, sino de valía profesional.
La lucha por la equiparación de derechos entre hombres y mujeres en el terreno laboral no debe detenerse, pero pasa, sin duda, por una mayor concienciación y por la apuesta empresarial por programas orientados a fomentar la igualdad de oportunidades. Y no hablo de cuotas.