Hacienda vigila las cajas de resistencia

Bilbao

Supe de las cajas de resistencia durante la huelga de Caballito, la más larga vivida en Euskadi. Las cajas de resistencia de USO y, sobre todo, ELA sostuvieron a los trabajadores durante los 745 días que duró. Tampoco la huelga en el Museo de Bellas Artes o la de las residencias vizcaínas se entienden sin este instrumento, que todas las centrales en Euskadi han barajado poner en marcha (Comisiones Obreras la tiene, pero sin activar) entre acusaciones a ELA porque la usa para "robarles afiliados" y la convicción de que esta hucha permite endurecer los conflictos y mejorar sus resultados.

La caja de resistencia de ELA pagó en 2017 866 euros al mes, hasta 1.733 en determinadas huelgas. La Diputación vizcaína estima ahora (y esa es la novedad) que esos importes son rendimientos de trabajo y, como tales, deben pagar el IRPF.

Es normal que Hacienda reclame esos dineros, si hasta ahora no lo hacía. Otra cosa es interpretar por qué el paso lo da solo la Diputación vizcaína y ahora (ELA creó su caja hace 40 años). Es inevitable asociarlo a que haya sido la indirectamente afectada por los dos últimos conflictos ganados con esa caja. Sobre todo porque hay antecedentes. ELA recordó ayer que la Hacienda alavesa ya les investigó cuando mandaba el PP, después del conflicto de Caballito.