Un detenido en Tudela por trata de seres humanos
La Policía Nacional ha detenido a 14 personas en total implicadas en organizaciones de proxenetas y ha liberado a doce mujeres nigerianas que eran obligadas a ejercer la prostitución en Bilbao y Benidorm
Pamplona
La Policía Nacional ha liberado a doce mujeres nigerianas que eran obligadas a ejercer la prostitución en Bilbao y Benidorm (Alicante) en una operación en la que ha detenido a 14 personas, una de ellas en Tudela, nueve en Bilbao y cuatro en Alicante.
Las mujeres estaban controladas por cuatro organizaciones de proxenetas que compartían un solo entramado para el traslado de las víctimas y a una mujer dedicada en exclusiva al blanqueo del dinero obtenido.
Las víctimas, que habían viajado engañadas hasta nuestro país, debían saldar una deuda de 30.000 euros que aumentaba en 5.000 euros ante cualquier demora en los pagos que debían afrontar todas las semanas.
Fue en 2015 cuando la policía federal de Bélgica identificó en Bruselas a una mujer que manifestó ser víctima de trata de seres humanos tras ser captada en Nigeria y prostituirse en Europa para saldar la deuda contraída con la organización.
La información llegó hasta los agentes especializados en España y, tras varias gestiones, constataron que la estructura criminal se componía de cuatro organizaciones diferentes dedicadas a la explotación sexual que estaba establecida en Nigeria, Marruecos, Libia, Italia, Bélgica, Noruega y España.
Cada una de ellas tenía al frente a una mujer de nacionalidad nigeriana, si bien compartían un único entramado de traslados de las víctimas y a la mujer nigeriana que se encargaba del blanqueo del dinero procedente de la actividad delictiva y que se servía para ello de una peluquería frecuentada por compatriotas y una tienda de productos africanos.
Las víctimas eran captadas en su país de origen, Nigeria, mediante el engaño de falsas ofertas de trabajo. Las víctimas contraían una deuda de entre 30.000 y 35.000 euros por ser trasladadas a España y los criminales se aseguraban el pago de dicha deuda mediante el uso de rituales de vudú.
Una vez llegaban a su destino, en este caso España, eran obligadas a ejercer la prostitución todos los días de la semana.