Balance positivo tras finalizar la primera vuelta
Félix Sancho, presidente del club, se muestra ambicioso para la próxima temporada
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SPB/María González
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Burgos
El baloncesto estaba en deuda con Burgos y la ciudad castellana no ha defraudado. El ingreso del San Pablo Burgos entre los grandes ha traído un soplo de aire fresco a la Liga Endesa. No fue fácil. Se necesitaron cuatro ascensos en al cancha para posibilitar que un equipo burgalés se hiciera hueco entre los mejores. Primero fueron los intentos de Tizona y Atapuerca que decidieron acudir a los juzgados para reclamar lo que se habían ganado en los terrenos de juego y el relevo lo asumió San Pablo para rematar la entrada en la élite.
La ciudad se volcó llenando el nuevo escenario de las futuras gestas, el Coliseum, con cerca de diez mil espectadores por partido. Más de ocho mil abonados avalan la presencia del equipo burgalés que se ve arropado tanto en casa como en los desplazamientos. Cada fin de semana se cuelga el cartel de hay entradas.
El guante de dar el salto lo aceptó Félix Sancho, presidente del club, que se vio sorprendido por la respuesta de la ciudad: “nadie esperaba esta respuesta, es increíble, tenemos la mejor afición de la Liga Endesa, es nuestro mejor patrimonio. Ahora debemos devolverles en la cancha tanto apoyo”. El máximo dirigente burgalés reconoce haber pasado muy malos momentos: “cuando conocimos el calendario, sabíamos que íbamos a sufrir. No fue fácil mantener la tranquilidad cuando perdimos los siete primeros partidos. Quizás fue el peaje que debíamos pagar por ser novatos, pero nunca perdimos la paciencia. Ahora con la perspectiva de haber acabado la primera vuelta, estamos satisfechos con lo conseguido, pero no nos podemos dormir”. El presidente y máximo accionista de la entidad, aún con los pies en el suelo, es ambicioso: “si me preguntan si nos conformamos con lo logrado diría que no. Primero hay que asentar el proyecto, pero en las próximas temporadas tenemos que proyectar más el club”.
A pesar del apoyo de los abonados sigue siendo beligerante para lograr nuevos apoyos: “lo que estamos viviendo en Burgos con el baloncesto debe tener continuidad, ahora tenemos que saber enganchar al proyecto a las grandes empresas que hay en la ciudad”.
San Pablo Burgos apostó por mantener la columna vertebral del equipo del año pasado en la LEB Oro, fichando a otros referentes con experiencia en Euroliga como Deon Thompson o Gaulius. La llegada de John Jenkins, ex jugador de la NBA, supuso un salto de calidad en la plantilla. La llamada de Sergio Scariolo a la selección de Sebas Saiz y Javi Vega ilusionó en el vestuario. Ahora no se plantean más cambios y anuncian su plena confianza en un hombre de la casa para el banquillo, Diego Epifanio “Epi” en el que han depositado toda su confianza.
Los fines de semana que San Pablo juega en casa, Burgos se dirige en una sola dirección: el Coliseum donde más de nueve mil gargantas siguen sorprendiendo a cuantos equipos se cruzan en el camino de los castellanos.