Conjugar la estiba y la calidad de vida
La actividad del puerto ha estado durante décadas sin ser regulada ni por el puerto, ni por la Generalitat, mientras los vecinos tragaban polvo
La Columna de Carlos Arcaya | Conjugar la estiba y la calidad de vida | 24/01/2018
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Alicante
¿Cómo conjugar la actividad comercial del puerto con la calidad de vida de los vecinos del entorno? La pregunta hasta ahora se había obviado con gran irresponsabilidad política. Y es que la actividad de estiba ha estado durante décadas sin ser regulada ni por el puerto, ni por la Generalitat, mientras los vecinos tragaban polvo.
Ahora, no quedaba otra que la instalación de las naves cerradas, como sucede en los puertos de Santander o A Coruña.
Debe ser nuestra idiosincrasia, que nos vayan las tragedias épicas o los dramas bélicos -qué le vamos a hacer-. Debe ser que para llegar a la solución había que pasar por las disputas entre bandos -¿con quién vas, con los vecinos o con los trabajadores?-; que se tuviera que recurrir a los juzgados y a las amenazas; o que las peleas políticas incluyeran declaraciones dramáticas y altisonantes. Demasiada afectación.
Todo demasiado innecesario, o no, ya que, en definitiva, cuando se reconoció que se superaban los niveles de emisiones no quedaba otra alternativa. Y a ello, a instalar las naves, se había comprometido la Autoridad Portuaria con la Conselleria de Medio Ambiente.
En fin, esperemos que la instalación de estas naves y la consecuente mejora de la operativa industrial tenga sus recompensas y sirva para aumentar la actividad en el puerto.