Esto no es fútbol, es negocio
El fichaje de hasta nueve futbolistas de Arabia Saudí para diversos equipos españoles (incluido el Numancia) ha desatado la polémica, dejando entrever que el fútbol nacional es ya más negocio que deporte o espectáculo
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Cadena SER
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Soria
Sorprendente cuanto menos ha sido el anuncio del desembarco de hasta nueve futbolistas procedentes de Arabia Saudí en la Liga Española (en primera y segunda división), incluida la contratación, cedido hasta final de curso, del centrocampista Ali Al Nemer por parte del Numancia. No voy a entrar a discutir la valía de dichos jugadores (que personalmente desconozco) ni del negocio que, a través de La Liga (la antigua LFP) se haga con estas incorporaciones, porque al fin y al cabo, los clubes son sociedades anónimas deportivas, esto es, empresas privadas. Tampoco voy a entrar en las vicisitudes del país asiático, porque eso ya es harina de otro costal. Pero la polémica es ineludible con todos esos ingredientes.
Ya desde hace tiempo muchos aficionados al balompié hablan de “odio eterno al fútbol moderno”. Y por fútbol moderno, más allá de los sistemas o el juego, muchos se refieren al circo que rodea este deporte. Mucho tiempo hace ya que el fútbol (español y extranjero, ojo) no es puro espectáculo, para disfrute del público, sino negocio. Ya no importan los aficionados sino el rendimiento económico. La diversidad de horarios de partidos, escalonados a lo largo de todo el fin de semana, de viernes a lunes, demuestra el segundo plano al que han pasado los aficionados en las prioridades de quienes organizan las competiciones.
Y ahora nos sorprenden con los fichajes de hasta nueve futbolistas desconocidos para el gran público, internacionales casi todos ellos con la selección de Arabia Saudí, cierto, que buscan mayor competitividad en nuestras Ligas para preparar el Mundial de Rusia 2018 en el que participarán este próximo verano. Pero, ¿alguien se cree que el ámbito deportivo no es el último de los aspectos que se valoran en el movimiento realizado por La Liga? A Míchel, entrenador del Rayo, le preguntaron por la llegada de uno de esos futbolistas y su cara fue un poema: no tenía ni idea.
Les voy a poner un ejemplo, centrándonos en el Numancia: hace año y medio se anunció el fichaje de Christopher ‘Kiki’ Naumoff, un joven extremo zurdo australiano, que llegaba como exótica incorporación, aunando un criterio comercial (visibilidad en Oceanía) y también deportivo. Por desgracia, Naumoff no pudo debutar por un problema cardiaco que además le obligó a dejar el fútbol. Tal vez Al Nemer sea un crack oculto y nos calle la boca, pero cuesta creer que vaya a mejorar lo que ya tiene el Numancia. Pero, si no lo es, si abogamos por la valía deportiva, ¿no será mejor dar oportunidades a los canteranos o a otros futbolistas nacionales que pueden dar el salto desde categorías inferiores?
Vuelvo a insistir. No soy quién para decirle a un club como el Numancia, o cualquiera de los otros (Rayo, Valladolid, Levante, Leganés, Villarreal…) lo que pueden o no hacer con su dinero, el negocio que pueden o no hacer o las decisiones que quieran tomar. Pero desde luego, esto no es fútbol. Es puro negocio.