No eran solo tres o cuatro trajes
El camino lo abrió el pionero Enrique Ortiz, al que le siguieron otros empresarios
La Columna de Carlos Arcaya | No eran solo tres o cuatro trajes | 11/01/2018
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Alicante
Pues, tras la confesión de Correa -con la novedad de disparar directamente a Francisco Camps-, parece que lo del expresident de la Generalitat y del PP no eran tan solo tres o cuatro trajes. He perdido la cuenta. Con hebilla o sin hebilla oculta.
Más allá de ello, no hay gran novedad en su reconocimiento de los hechos. El camino -como casi siempre- lo abrió el pionero Enrique Ortiz, al que le siguieron otros empresarios.
Fue nuestro vecino el primero que cantó, pero recuerden que no lo hizo por arrepentimiento, lo hizo para evitar ir a la cárcel. Para eso tiene un magnífico bufete de abogados. Judicialmente se encontraba en un callejón sin salida. ¿O es que ha tirado de la manta en los otros casos en los que está investigado o procesado y en los que todavía confía en la habilidad de sus defensores?
Ahora, Correa, en prisión, tampoco lo hace por arrepentimiento espontáneo. Lo hace para evitar males mayores.
Y por cierto, el que bastante bien parado sigue saliendo -al menos en lo judicial, en lo político la responsabilidad del saqueo hay que atribuírsela- es Francisco Camps.