Cursach renuncia a la licencia para explotar el edificio que alberga Pachá
Cort acepta la renuncia para seguir con la actividad de ocio en el establecimiento declarado BIC en pleno Paseo Marítimo
Palma de Mallorca
El grupo Cursach ha renunciado a la licencia para explotar la discoteca Pachá situada en el Paseo Marítimo. El Ayuntamiento de Palma ha aceptado la renuncia planteada por una de las empresas del grupo a la licencia temporal que tenía concedida desde 2002 y que permitía la actividad en este establecimiento, declarado Bien de Interés Cultural. En noviembre del año pasado el Consistorio notificó a la empresa que el aforo de la discoteca era de 277 personas y no de 668 como era habitual.
El Ayuntamiento realizó una serie de inspecciones en las que se detectaron obras que se habían realizado de forma irregular, así como actividades que eran incompatibles con un edificio declarado Bien de Interés Cultural. Además se notificaron modificaciones sustanciales de la licencia y del espacio que no estaban autorizadas, por lo que el Ayuntamiento inició un proceso de sanción. Tras todo este periplo, el pasado diciembre la empresa decidió renunciar a la licencia para continuar con la discoteca mediante un escrito registrado en el Ayuntamiento.
José Hila, teniente de alcalde de Urbanismo, señala que "la licencia se otorgó en 2002 de manera provisional, porque en un espacio BIC no se podía dar una licencia definitiva. A raíz de las inspecciones la empresa ha renunciado a la licencia y aquí no habrá una discoteca gestionada por esta empresa, que la tenía en alquiler. Pero seguramente tampoco una discoteca en el futuro porque si ahora hubiera que dar una nueva licencia, el espacio no podría ser una discoteca".
Y es que el concejal deja prácticamente cerrada la puerta a una nueva licencia de discoteca para explotar el edificio, propiedad de la fundación Nazaret, debido a su catalogación como BIC. "Tiene muchas limitaciones y todo lo que se haga tiene que cumplir con la normativa de patrimonio. Serán los propietarios los que decidan, pero hoy en día se es mucho más exigente con los temas patrimoniales y la protección de los BIC que en el 2002 cuando le dieron esta licencia" sostiene. En cualquier caso, el expediente de infracción seguirá su curso.
Este no es el único negocio de Cursach bajo la lupa de la inspección municipal. El año pasado el gimnasio Megasport fue también sometido a varias revisiones, cuyo resultado se ha notificado a la empresa para formule las alegaciones oportunas, aunque todavía no ha trascendido.