Siete años sin Koria

Alicante

Se cumplen siete años sin que sepa nada de Koria, la familia de acogida de esta joven saharaui, que fue arrebatada por su propia familia biológica en los campamentos saharauis del Tinduf, mientras estaba bajo la tutela legal de la Generalitat.

Su familia de San Miguel de Salinas no entiende que aún no haya sido reclamada oficialmente como española, como le prometió que haría el president, Ximo Puig.

Su madre de acogida, Bienvenida Campillo, recuerda que Koria Badbad, de 24 años, fue retenida en el Sahara por su padre biológico y otros familiares el 4 de enero de 2011 durante una visita a la familia y, desde entonces, permanece aislada e incomunicada en el desierto.

Koria sufría además una grave enfermedad coronaria, por la que estaba siendo medicada en Alicante, desde que llegó aquí, con siete años. En todo este tiempo sólo han tenido dos veces contacto con ella, y telefónico. La primera vez, dicen, desde un hospital pidiendo ayuda, pocos días después de que el padre y sus tías paternas la introdujeran por la fuerza en un coche antes de desaparecer sin rastro. La segunda y última, el pasado abril, una conversación que los padres de acogida notaron "controlada y dirigida".

Recuerda Campillo que Koria estaba bajo la custodia legal de la Consellería de Bienestar Social en aquel momento y que aún hoy día no ha sido reclamada oficialmente como española.

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Pide que ahora que España empieza su andadura como miembro del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, aborde "de una manera definitiva la solución" a éste y otro medio centenar de casos de secuestro y retenciones ilegales de mujeres mayores de edad. Lo que exigen es que se respete su derecho a decidir si quieren volver a España o seguir en el Sáhara y que sean libres.

De momento, lamentan, todos los intentos de lograr algún tipo de mediación o actuación gubernamental han sido infructuosos, incluyendo las reiteradas peticiones a distintos organismos públicos y cargos políticos, como el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que prometió a la familia reclamar a Koria como una ciudadana española más, atendiendo a que viajó con documentación española por estar tutelada por la administración valenciana.