Cooperantes de Cruz Roja Navarra advierten del riesgo de cronificación de conflictos
La entidad hace balance de la participación de navarros en misiones internacionales
Pamplona
El balance de la situación internacional no puede considerarse positiva en términos globales, pero hay motivos para la esperanza. Es el mensaje de algunos de los profesionales de Cruz Roja de Navarra que durante 2016 han participado en diferentes misiones internacionales en países como Haiti, Ecuador, Mali, Níger, Filipinas o Líbano.
Reunidos en Pamplona por Navidad, Adriana Ciriza, Antonio Carabante, Esperanza Ursúa, Jasone García, Joaquín Mencos y Miguel Lavín han contado su experiencia en las áreas en las que han trabajado: proyectos de desarrollo, emergencias o cooperación institucional.
Aunque la ONU ha decretado la mayor alarma migratoria desde el final de la Segunda Guerra Mundial derivada de los conflictos bélicos de Siria e Irak, las voces de Cruz Roja de Navarra señalan que su trabajo permanece sobre el terreno y contribuye a aliviar la situación de miles de personas afectadas, por ejemplo, por tifones o maremotos. Un ejemplo es la pervivencia de las infraestructuras de abastecimiento y saneamiento de agua en Haiti, instaladas hace una década y que siguen funcionando hoy en día.
Buena parte del trabajo de estos cooperantes tiene que ver con la coordinación y asesoría a sus compañeros de Cruz Roja en los países de destino, que llevan en buena medida el peso de las acciones.
Más difícil de gestionar que un terremoto es uan guerra. Y eso también lo saben. La situación en Líbano o Grecia es complicada. Y durará mucho tiempo. El drama de la inmigración ha castigado directamente a cientos de miles de personas. Cruz Roja Navarra trabaja con ellas en Libano o Grecia, por ejemplo. Y sus cooperantes previenen que la situación se puede cronificar durante mucho tiempo y que el trabajo va a ser arduo.