La madre de un niño con un tumor denuncia las graves carencias del Hospital
La madre de un niño de cuatro años reclama más personal y mejores
Habitación de Miguel sin luz tras conectar todos los equipos que necesita / Foto subida a redes sociales por Esther
Salamanca
Esther Domínguez, madre de Miguel, niño que lucha contra un linfoma de Burkitt, cuenta en su facebook que el lunes 26 de Diciembre, debido a la gran cantidad de enfermos, sacaron a su hijo de la UCI pediátrica del Hospital de Salamanca y lo trasladaron a planta, que carece de las condiciones necesarias para atender las necesidades de su hijo.
Esther cuenta que su hijo, al que le quedan dos ciclos de quimioterapia, ingresó el pasado 14 de diciembre en el Hospital de Salamanca por fiebre y una bajada de defensas y de plaquetas.
“Por la noche empeoró y nada le quitaba sus dolores y su fiebre. Por la mañana, me dijeron que mi hijo tenía una bacteria en la sangre; 30 min después se lo llevaron bastante mal hacia la UCI pediátrica donde sufrió una sepsis y tres paros cardiacos, vi morir a mi hijo.... después de mucho luchar, los grandes profesionales de la UCI consiguieron estabilizarle. Tuvimos días horribles y otros con muy pocas buenas noticias, pero el día 23 le despertaron muy lentamente y el 24 le quitaron su respirador y pasó a tener una máscara para respirar”.
Ester explica que el estado de su hijo iba mejorando, pero el lunes 26 de diciembre, “debido a la gran cantidad de enfermos, me dijeron que mi hijo debía abandonar la UCI para otro niño que se encontraba peor, lo pasé fatal, pero no pude hacer nada”.
Explica que “su síndrome de abstinencia a las drogas está muy avivado, pero poder tener a mamá en planta le hizo estar más relajado. Mi hijo necesita tantas máquinas para ayudarle a respirar y aguantar que al enchufar todo en planta saltó la luz. Las enfermeras, que son unas benditas, hacen lo posible por atenderle al 100% pero no dan abasto. Mi hijo necesita muchas atenciones, esta tarde empezó a empeorar; su respiración es dificultosa, cada vez más, ha comenzado a hincharse su carita, y las frases que ayer decía sin problemas ya no salen.... mi hijo apenas dice una palabra sin ahogarse”.
“Necesitamos más enfermeras atendiendo a nuestros niños y más espacio”, es el llamamiento de Esther, la madre de Miguel.
