La "factura de la tijera" en Castilla-La Mancha podría alcanzar los 140 millones de euros
El presidente de Castilla-La Mancha reconoce que estas indemnizaciones afectarán irremediablemente al presupuesto regional. En el PP se justifican: "nos encontramos esas obras muertas"
Toledo
La factura de las indemnizaciones por la paralización de las infraestructuras sanitarias repercutirá en los presupuestos de Castilla-La Mancha. Los recortes salen caros y "recortar significa gastar más, pero de forma diferida", decía el presidente Emiliano García-Page esta mañana.
A los casos de los hospitales de Albacete y Cuenca, y los centros de salud de Membrilla y Caudete, García-Page ha recordado el de Toledo, cuya factura en indemnizaciones alcanzó los 22 millones de euros, cantidad que hoy aún sigue pesando en las cuentas de la Junta.
Y ha mencionado otras obras no sanitarias que acarrean indemnizaciones. Es el caso del Quixote CREA, proyectado en Toledo por José María Barreda como un Centro Regional de Expresión Artística, cuya paralización, ha dicho, "va a costar más que su finalización". Una paralización que ha cifrado el presidente en otros 17 millones de euros.
La factura del tijeretazo
Más aún, García-Page ha avanzado que paralelamente a la aprobación de los presupuestos regionales tiene la intención de hacer pública la que ha venido a llamar la "factura oculta del uso de la tijera en Castilla-La Mancha" y que oscilará entre los 125 y los 140 millones de euros.
El PP se defiende
Desde el PP, el portavoz en las Cortes, Francisco Cañizares, ha afirmado que "esas obras ya estaban muertas por el desastre en la gestión" cuando el PP llegó al Gobierno de Castilla-La Mancha.
Francisco Cañizares justifica la paralización de las obras
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