Trampas recaudatorias
El Comentario de Alberto Calleja
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Palencia
Carretera nacional, límite de velocidad 90 kilómetros por hora… de repente, en una recta con una pequeña curva hay un pequeño tramo de 70 y, agazapado entre unos arbustos, un coche que se hincha a hacer fotos y con ellas, a recaudar dinero.
A mi amigo le cazaron a 84 por hora. ¿El resultado? Cien euros que se quedan en cincuenta si pagas pronto.
El mismo día, en otra ciudad, otro amigo me contaba que aparcó en zona ORA. Tenía prisa y al introducir la matrícula de su coche nuevo equivocó un número: en vez de 3049 CHD puso 3041 CHD. Pagó, por supuesto, y puso el ticket en un lugar visible. Días después le llegó la multa a casa: 90 euros. En el parabrisas no encontró sanción ni tuvo por lo tanto opción a anularla por menos dinero.
Y estos días muchos transitamos por carreteras franqueadas por una llamativa, y larga, línea verde cuyo final último será también sancionar mientras observamos que hay pueblos, y carreteras que unen localidades, donde la línea blanca (importante) que divide ambos sentidos de la circulación está totalmente desaparecida. Y eso sí es realmente peligroso.
Seguridad SÍ, por supuesto. Y claro que hay que ir a la velocidad marcada y respetar por el bien de todos el reglamento de circulación. Por supuesto. Pero tan cierto como que hay casos concretos en los que hay signos más que evidentes que nos llevan a sospechar que más que seguridad tras todo esto hay un palpable afán recaudatorio.
En uno de sus últimos libros Miguel Ángel Revilla cuenta que hace años recibió en su despacho de la comunidad cántabra a un alto cargo de la guardia civil que le pidió ayuda porque no consideraba justo que, en aquella época concreta, sus mandos les instaran a poner multas, y cuantas más mejor, con un incentivo económico añadido al sueldo para todos los guardias que contribuyeran a recaudar.
Parece probado que, al menos en ocasiones, existen las trampas recaudatorias. Y, señores gobernantes, no nos ahoguen más. Ya pagamos bastante. Recauden por otro lado y a los de más arriba.