El Río Duero Soria se replantea sus objetivos del curso
La derrota ante Textil Santanderina casi imposibilita las opciones de jugar la Copa
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El Río Duero Soria perdió en Cantabria y casi dice adiós a la Copa. / Cadena SER
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Soria
El Río Duero Soria no vive sus mejores momentos. La derrota sufrida el pasado fin de semana en Cabezón de la Sal (Cantabria) ante Textil Santanderina por 3-1 (19-25, 25-2, 29-27 y 25-22) ha hecho mucho daño a la rotación soriana, que ha visto esfumarse casi por completo sus opciones de clasificarse para la Copa del Rey, a cuatro jornadas de terminar la primera vuelta del campeonato de Superliga. Manolo Sevillano, entrenador-jugador del equipo soriano reconoce que este fin de semana se juntaron un cúmulo de circunstancias que lastraron a los celestes: “En cuanto a lesiones no pudimos contar con Abel Bernal, que sigue recuperándose de su lesión, y yo sólo pude aguantar set y medio, con los problemas en la rodilla que me impidieron entrenar con normalidad durante la semana. Además, Manu Salvador se resintió de su lesión en el talón de Aquiles y nos vimos muy mermados. Y además no tuvimos ese puntito de suerte en algunas jugadas con rebotes y carambolas”.
La Textil lo supo aprovechar, aunque Sevillano apunta a que “a pesar de los problemas estuvimos ahí, hasta con opciones de habernos llevado el triunfo”. Tras ganar el primer parcial y ver cómo los cántabros empataban el duelo en el segundo, “en el tercero hicimos lo difícil, remontar un 23-19 adverso, ponernos 23-24 y desaprovechamos tres balones de set. De ganar ese set les hubiéramos dejado muy mal, seguro”. Sin embargo, los locales reaccionaron a tiempo para acabar llevándose el tercer y el cuarto set y, por tanto, el partido.
Ello conlleva que el Río Duero Soria sólo lleva dos victorias en siete jornadas, “unas cifras que hacía mucho que no veíamos por aquí”, y hay que replantear el objetivo: “Ya no hacemos cuentas para la Copa. Ahora tenemos que pelear por ganar partidos y dejar atrás los puestos de atrás de la tabla. No podemos permitirnos otra cosa. El equipo está anímicamente mal, porque no estamos jugando mal, al contrario, pero no nos llega para conseguir buenos resultados. Por eso este sábado, ante el FC Barcelona tenemos que demostrar que podemos hacer las cosas bien y despejar la cabeza con una victoria. Evitar que la preocupación sea mayor, no sólo en el vestuario, sino también en la grada, por la afición, que siga confiando en nosotros”.